Bilbao - La empresa CEL ha puesto en marcha un ERE para despedir a 230 trabajadores, casi toda la plantilla a excepción de una veintena de operarios de la planta de Artziniega. Un duro revés que confirma los peores presagios de los trabajadores, que llevan tiempo movilizándose para reclamar la implicación institucional en la búsqueda de un inversor que saque a flote la compañía. Sin ofertas aun por parte de las empresas interesadas -hay contactos con una firma chilena y otra catalana- tendrá que ser ya en fase de liquidación cuando se concrete la operación y se pueda recuperar parte del empleo.

El último movimiento de la dirección no alimenta el optimismo entre los trabajadores, aunque fuentes conocedoras de las negociaciones señalaron que el ERE no deja de ser un paso natural en este tipo de procesos. Una vez en fase de liquidación es más probable que los inversores interesados concreten ofertas, aunque para entonces la mayor parte de los trabajadores ya hayan perdido el empleo.

“La extinción nos aboca a que esto desaparezca”, lamentaba ayer el portavoz de los trabajadores, Álex Hernández, de ELA. “No es momento de presentar un ERE de extinción ni la liquidación, sino de trabajar todas las partes para que se materialice un proyecto industrial serio”, indicaron los trabajadores, que censuran “el chantaje” de la dirección.

El expediente supondría el cierre de tres de las cuatro plantas vascas de CEL Technologies & Systems, en concreto las de Aranguren, en Zalla, y Güeñes, mientras que la única que mantendría actividad sería la situada en Artziniega, con poco más de una veintena de personas.

CEL lleva en concurso de acreedores desde finales de junio, coincidiendo con la crisis que atraviesan otra media docena de plantas industriales de la CAV. Dedicado a la fabricación de pasta de papel y celulosas y heredera de la antigua Virtisú, a finales de mayo salieron del capital el Gobierno Vasco (a través del fondo Ezten) e Indarkia, con más del 80% de la firma, quedándose Zurbost Gestión con el 100% y precipitando la entrada en concurso.

Desde entonces los trabajadores han llevado a cabo numerosas movilizaciones para reclamar la entrada de un nuevo inversor. Según Hernández, de los dos más interesados parece que es el grupo chileno el que más empeño está poniendo en hacerse con los activos de CEL.

Todavía esta pasada semana se han producido reuniones con los inversores tras los que la dirección optó por acudir al ERE. Si administrador y jueza concursal dan su visto bueno al expediente se abrirá un periodo de un mes de consultas en septiembre, con lo que en principio hay margen de tiempo para que se active la entrada de un nuevo socio.

A partir de hoy y hasta septiembre la plantilla ha convocado movilizaciones que incluirán protestas durante la Aste Nagusia bilbaina.

Cuatro plantas. El ERE afectaría a 230 trabajadores de tres plantas, mientras que Artziniega mantendría la actividad con 20 operarios.

Nuevo inversor. El que mayor interés ha mostrado es un grupo chileno, pero aun no ha concretado una oferta por CEL.

Los trabajadores se movilizarán por la retirada de los despidos.