bilbao - “En prevención laboral siempre hay que mirar hacia el futuro”, dijo ayer la consejera de Trabajo, María Jesús San José, en la inauguración de un curso de verano organizado por la UPV/EHU y Osalan. La consejera abordó los principales retos a los que hace frente la seguridad laboral en los próximos años a medida que la economía, sobre todo la industria, va asumiendo nuevos avances tecnológicos. Al igual que el Gobierno Vasco ha hecho una apuesta por la revolución 4.0 en el sector industrial, San José hizo un llamamiento a instaurar también la Prevención 4.0 para prevenir los riesgos que puedan surgir en el futuro.
Como recordó la consejera, cuatro de cada diez trabajadores en el Estado español consideran que su empleo les afecta negativamente a su salud. Y añadió un dato relevante sobre las enfermedades laborales: entre un 4 y un 8,5% de los casos de cáncer tiene su origen en el trabajo. Las condiciones precarias de los nuevos contratos están incidiendo también en un mayor riesgo, por lo que San José pidió una actualización de la regulación en materia de prevención -la ley de Prevención de Riesgos Laborales es de 1995- para adaptarla a la nueva situación del mercado de trabajo. “Hoy en día se nos presentan nuevos retos. Los nuevos materiales, la impresión 3D, los drones, la robótica... todo ello conlleva nuevos riesgos que hacen imprescindible actuar”, dijo la titular de Trabajo, departamento en el que está englobado Osalan. En el lado positivo, recordó que el desarrollo tecnológico también está aportando soluciones para mejorar las condiciones de trabajo.
Tras el último cúmulo de accidentes de trabajo mortales en julio, con tres fallecidos en la primera semana del mes, San José indicó ayer que las empresas “siempre deben considerar una inversión” el dinero destinado a la prevención laboral. “Una inversión que no es sólo una exigencia de responsabilidad social, sino que va a redundar en la mejora de la competitividad”, dijo.