madrid - La muerte de Miguel Blesa ha llegado en un momento judicialmente complejo para el expresidente de Caja Madrid. Condenado a seis años de cárcel por las tarjetas black, el exbanquero esperaba a que se resolviera su recurso para ingresar en prisión. Además, tenía al menos otra causa pendiente, por el juicio de los sobresueldos de la antigua caja de ahorros madrileña. Entre unas cosas y otras afrontaba peticiones de cárcel de 16 años.

El expresidente de Caja Madrid ha sido objetivo de diversas denuncias en los tribunales de justicia desde el estallido de la crisis económica por su gestión al frente de la entidad financiera madrileña.

Aunque su futuro judicial dio un vuelco tras la discutida instrucción por parte del juez Elpidio Silva, la realidad es que Blesa fue condenado por el impulso de las denominadas tarjetas black a seis años de prisión y tenía pendiente otro juicio por sobresueldos.

¿Y ahora qué? Pues, según el Código Penal español, “la responsabilidad penal se extingue por la muerte del reo”, lo que supone que en las próximas fechas se decretará el archivo, en lo que a Blesa respecta, de las tres causas penales que todavía tenía abiertas.

Como se recordará, Miguel Blesa fue entre 1996 y 2009 el máximo responsable de Caja Madrid la cuarta mayor entidad financiera del Estado español (tras Banco Santander, BBVA y La Caixa). Desde su despacho, en la última planta de una de las Torres KIO de Madrid, Blesa dirigió la expansión de Caja Madrid por otras regiones.

Ajeno a Bankia En su descargo hay que señalar que fue ajeno al proceso de integración de Caja Madrid en Bankia (junto con otras seis cajas de ahorros entre ellas la levantina Bancaja con un agujero considerable), a su salida a Bolsa y a su posterior rescate con dinero público. Actuaciones lideradas por su sucesor, el exministro de Economía española con el Ejecutivo del PP, Rodrigo Rato, también inmerso en diversos procesos judiciales.

Los problemas con la Justicia de Miguel Blesa se iniciaron en 2013 al investigarse la compra del banco City Nacional of Florida, en EEUU. Con la investigación en 2013 sobre la compra del Banco de Florida, cinco años antes, comenzaron sus problemas con la justicia, que culminaron con una condena de seis años de cárcel por el uso de tarjetas opacas en Caja Madrid. El pasado mes de marzo quedó en libertad hasta que la sentencia fuera firme. Tenía otros dos juicios pendientes: el de los sobresueldos y el de las preferentes. La causa más avanzada corresponde a las citadas tarjetas black, que el pasado febrero le costó seis años de prisión por un delito de apropiación indebida, al haber puesto en marcha, según la Audiencia Nacional, este sistema de retribución opaca fiscalmente en Caja Madrid. La sentencia no era firme y Blesa la había recurrido en casación ante el Tribunal Supremo. Una eventual confirmación de la sentencia habría supuesto su ingreso efectivo en prisión.

Un tema pendiente era el derivado de la denuncia formulada por Anticorrupción en enero de 2015 contra la cúpula de Caja Madrid por supuestos incrementos abusivos del sueldo de sus directivos, ocasionando según la Fiscalía un perjuicio de casi 15 millones a la entidad financiera.

La Sala de lo Penal del Supremo dictará la sentencia sobre el caso en los próximos meses, como tenía previsto, pero sin condenar ni absolver a Blesa. Que hubiera una condena de la Audiencia Nacional no cambia las cosas, por lo que su causa se cerrará definitivamente en cuanto el Alto Tribunal reciba la confirmación oficial de la muerte.

Sobre Miguel Blesa pesaba igualmente otra pieza separada derivada de la investigación sobre la salida a Bolsa de Bankia, en este caso la que se centraba en la colocación de las denominadas preferentes. El exresponsable de Caja Madrid tuvo que declarar como imputado ante el juez, pero hasta el momento no había acusación formal . - DNA