Bilbao - Euskadi produce más bienes y servicios que antes de la crisis pero con menos trabajadores. “Hemos salido de la crisis en términos económicos pero en el trayecto hemos perdido 75.000 empleos”, remarcó ayer el presidente del Consejo de Relaciones Laborales (CRL), Tomás Arrieta. El organismo sociolaboral vasco presentó ayer el informe de 2016 destacando entre sus conclusiones que la bajada del paro se debe, en parte, al descenso de la población en edad de trabajar. Además, Arrieta indicó que se ha producido una “disminución relevante” de la calidad del empleo teniendo en cuenta parámetros como la estabilidad, la jornada y el salario.
Estos fueron algunos de los mensajes que quiso poner sobre la mesa ayer el presidente del CRL, órgano de corte institucional en el que están representados Confebask y los sindicatos LAB, CCOO y UGT -ELA dejó de participar en 2006-. Una vez consolidada la fase de crecimiento económico, Arrieta recordó que la riqueza total que produce Euskadi, medida como PIB, supera ya la que se generaba en 2008. Sin embargo, el número de trabajadores ocupados es mucho menor que antes de la crisis. En concreto, ahora hay 75.500 ocupados menos medidos en puestos a tiempo completo.
“Es un dato que nos debería preocupar y ocupar”, señaló el presidente del CRL, que conectó a continuación esta limitación en la generación de puestos de trabajo con el descenso del paro. En ese sentido, Arrieta recordó que la tasa de desempleo está bajando más que lo que avanza la ocupación debido a que cada vez hay menos población que demanda trabajo. Así, el informe recoge que mientras el paro bajó el año pasado en 34.400 personas, según Eustat, el número de nuevos empleos fue de 14.400, con lo que se registró una bajada de 20.000 activos.
Aunque durante la crisis se ha hablado mucho del efecto desánimo que ha cundido entre los desempleados como factor que hace reducir la población activa, Arrieta indicó que principalmente la caída se debe a la jubilación de trabajadores. El envejecimiento de las plantillas por tanto, no está encontrando relevo entre los jóvenes. Además, son los hombres los que salen de forma mayoritaria del mercado de trabajo, lo que hace que el paro femenino se mantenga en tasas más altas (12,5%) que el masculino (10,4%).
“bastantes sombras” En cuanto a las condiciones del nuevo empleo, el presidente del CRL dijo que “hay bastantes sombras” con una “disminución relevante” de la calidad de los contratos. En primer lugar, por la alta temporalidad de los mismos, con una duración cada vez menor. La tasa de rotación se ha elevado ya al 3,14, es decir, cada trabajador vasco que se incorpora al mercado de trabajo firma de media más de tres contratos al año. La mitad de los contratos eventuales tienen una duración inferior a un mes.
Arrieta puso el acento también en el incremento de los contratos a jornada parcial, que afecta especialmente a las mujeres. Cuatro de cada diez contratos firmados el año pasado eran a tiempo parcial, elevándose el porcentaje en el caso de las trabajadoras por encima del 60%.
En cuanto a los salarios, el informe del CRL subraya que el coste salarial por trabajador ha bajado en Euskadi en los últimos años, aproximadamente a partir del inicio de 2014, si bien en este inicio de 2017 la evolución es muy próxima a 0. Una de las claves en este sentido es el progresivo avance de los servicios en detrimento de la industria, que durante la crisis ha pasado de suponer casi el 30% del PIB vasco a generar el 23,3% de la economía.
En cuanto a la negociación colectiva, Arrieta explicó que la situación es “bastante similar” a la de 2015 aunque afirmó que el acuerdo interprofesional de enero ha servido para que, al menos, haya negociaciones en algunas mesas sectoriales. Sobre la posición de ELA, señaló que “ELA está negociando en un número importante de mesas”. “En un contexto de recuperación económica no tiene mucho sentido que la negociación colectiva no se normalice”, emplazó Arrieta.