BILBAO - El sindicato ELA criticó ayer las maniobras y la falta de transparencia de la multinacional General Electric para cerrar la planta vasca de Ortuella y afirmó que “nos encontramos ante otra gran multinacional que aprovechándose de la reforma laboral pretende deslocalizar la producción y condenar a la pobreza a un colectivo muy importante de trabajadores”. Según el sindicato mayoritario vasco, la planta vasca “tenía asignada carga de trabajo y de la noche a la mañana han renunciado a la producción de dicha carga, además del desvío de trabajo a otras plantas del grupo”.

A la vista de ello, ELA ha exigido a General Electric la retirada “inmediata” de su plan de cierre de la planta de Ortuella y que garantice su futuro.

ELA recordó que General Electric es una gran compañía con presencia en 134 países del mundo y con múltiples sectores de actividad y más de 300.000 empleados en todo el mundo.

La planta de Ortuella pertenecía hasta el año pasado a Alstom cuya división de energía fue absorbida por GE, “que se hizo cargo de una planta nueva que había supuesto una importante inversión, incluida la aportada por el Gobierno Vasco”, señaló el sindicato.

La organización sindical que lidera Txiki Muñoz resaltó que este tipo de operaciones están facilitadas por “la reforma laboral que se aprobó en el Estado español”.

En cualquier caso, representantes de los trabajadores de GE Ortuella resaltaron que defenderán sus derechos en los tribunales. - DNA