bilbao - El horizonte se despeja para los cerca de 300 trabajadores de la histórica Vicrila. Tras frustrarse hace dos meses la llegada del fondo de inversión Sainberg, un nuevo grupo industrial está a punto de cerrar la adquisición de la compañía de Lamiako. Se trata de la gestora Gestiber, con sede en Madrid, que está dispuesta a invertir 14,5 millones en cuatro años para relanzar la producción y cuenta con el aval tanto de la mayoría de la plantilla como del administrador concursal.
Solo falta por tanto que el juez que lleva el concurso dé también el visto bueno a la entrada de Gestiber, rúbrica que podría llegar en unos diez días una vez finalice el plazo otorgado a las otras dos firmas interesadas, Cambium y Glassity, para hacer su última oferta. El interés de la mayoría del comité y de la propia plantilla es que nada complique la operación con Gestiber, la opción que más gusta a la parte social al preservar todos los puestos de trabajo.
La continuidad de Vicrila con este grupo supondría, eso sí, una importante rebaja salarial del 20% este año y la supresión de la paga de verano, así como un aumento anual de 56 horas de trabajo. Los ajustes se valoran como el mal menor dentro de la delicada situación económica de Vicrila por parte de los sindicatos LSB-USO, CCOO, ATV y CUC, mayoría en el comité de empresa y que respaldan la llegada de Gestiber. Entre los trabajadores el proyecto de la gestora madrileña recibió el 66% de los votos en la última asamblea.
La oferta de Gestiber, que ha permitido paralizar la liquidación de la empresa, ha sido aceptada también por la administración concursal y ha sido trasladada ya a la banca acreedora. En este punto es donde en abril, según explicaron los responsables del propio fondo, se torció la entrada de Sainberg al no aceptar las entidades financieras la quita propuesta, si bien fuentes sindicales apuntan a otras causas relacionadas con un mal cálculo por parte de la firma inversora al valorar el rendimiento de la fábrica leioztarra.
Aun está muy reciente el mazazo recibido por la plantilla cuando Sainberg anunció que abandonaba el proyecto, si bien en esta ocasión desde la parte sindical se espera que no haya sustos y que la deuda contraída con la banca no dinamite la operación.
Gestiber cuenta con información de la fábrica y con todos los números referentes a su rendimiento, y sus responsables han visitado ya las instalaciones de Lamiako. La firma ha llevado a cabo ya los trámites necesarios para asumir desde este mes de julio las riendas de Vicrila, que durante estos últimos meses ha logrado mantener la actividad al ralentí y ha evitado caer en liquidación.
Gestiber haría una inversión productiva, deudas aparte, superior a los 14 millones a lo largo de los próximos cuatro ejercicios, tal y como figura en la oferta remitida al juez, que iría destinada principalmente al mantenimiento, la automatización y la apertura de nuevas líneas en las instalaciones de Lamiako.
empujón en el mercado La centenaria empresa vizcaina, que acumula más de 125 años de historia dedicada a la fabricación de vasos de vidrio, recibiría así un empujón importante de cara a reforzar su posición en un mercado cada vez más competitivo.
La situación de Vicrila se torció definitivamente en octubre, cuando entró en concurso al destaparse una situación financiera insostenible. En estos meses los trabajadores han podido mantener sus nóminas con un mínimo nivel de producción. Numerosos fondos y grupos industriales han mostrado interés en la firma vizcaína aunque solo un puñado han concretado sus ofertas, que por uno u otro motivo se han ido descartando hasta la aparición de Gestiber.