BILBAO - “Una ocupación que solo genera dinero, es una ocupación pobre”. La frase la puso en juego Henry Ford, el empresario que ideó el trabajo en cadena y forjó un imperio automovilístico que cambió la forma de producir en todo mundo. Esa idea estuvo presente ayer en el Palacio Euskalduna durante la segunda jornada de Biscay ESG Global Summit, la cumbre de inversiones con valores organizada por la Diputación de Bizkaia, Deusto Business School y Fineco. En la cita, directivos de multinacionales afirmaron que sus empresas siguen las pautas de la economía responsable y que en ese camino encuentran fuertes resortes de crecimiento. Iberdrola, Repsol y Siemens Gamesa, entre otras, defendieron que una gestión respetuosa con el medio ambiente y los derechos laborales y sociales no solo genera buena imagen, además mejora las cuentas de resultados.
El diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, fue el encargado de abrir la sesión. Lo hizo con una intervención que giró en torno al reto de rescatar el espíritu financiero que situó a la capital vizcaína en el corazón del sistema bancario estatal. En los nuevos tiempos, esa dinámica debe ir de la mano de los valores y la idea asomó por el lema de la conferencia Bilbao Bizkaia Hub financiero: construyendo un ecosistema ESG.
territorio de pymes y valores Rementeria explicó los planes de su gobierno en materia financiera. Entre ellos, convertir a el territorio en “un referente mundial” de la economía con valores “donde convivan todos los agentes vinculados a este movimiento”. Por tamaño, Bizkaia “no puede competir con los grandes centros financieros, pero sí puede y debe especializarse en fortalezas propias como las pymes y los valores”.
Los fondos de inversión que está a punto de lanzar la Diputación tendrán un papel clave en la dinámica con la que Bizkaia quiere ser “una solución para cualquier necesidad que tenga cualquier pyme europea”.
Habrá más actuaciones para reforzar el capítulo de las finanzas porque, a juicio de su diputado general, Bizkaia necesita “un sistema financiero propio y diferenciado” si quiere “tener un futuro esperanzador”.
Las semillas se acomodan poco a poco en los surcos a la espera de ver la luz, pero algunos objetivos ya se perciben. La cumbre de ESG ha reunido en Bilbao a empresarios, banqueros y agentes implicados en la inversión responsable y juntos dieron una visión muy optimista sobre el rumbo que debe tomar la economía.
La primera empresa que lanzó los bonos verdes en España, Iberdrola, y Repsol, la primera petrolera que lo hizo, destacaron que hay un “fuerte apetito” en el mercado por estos instrumentos, que se comportan mejor que la financiación tradicional.
El mecanismo es sencillo: el dinero invertido en estos bonos se utiliza para financiar proyectos verdes. Iberdrola los utiliza por ejemplo para generar energía renovable y Repsol para reducir emisiones de CO2 a la atmósfera. El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y el director de financiación de Iberdrola, Jesús Martínez, coincidieron en que el bono verde está “de moda”. El año pasado se emitieron 80.000 millones de bonos en todo el mundo, duplicando las cifras de 2014, que fue el año de su boom.
La dinámica va más allá de los instrumentos de inversión. En la refinería de Petronor casi un tercio de la retribución variable de los operadores de planta está sujeto a lograr la reducción de nivel de CO2 de la planta. La presidenta de Siemens Gamesa, Rosa García, explicó que también en su empresa todos los colaboradores tienen parte de una retribución variable vinculada a criterios de sostenibilidad.
“Antes, con plantar unos árboles valía; hoy, si una firma hace la más mínima de las emisiones en un pueblo de cinco habitantes aparece en la prensa. Antes la Responsabilidad Social Corporativa era casi un acto de beneficencia; ahora, la ESG busca la sostenibilidad económica”, afirmó.
La directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible de París, Teresa Ribera, afirmó que “el modelo de progreso actual tiene que cambiar” y añadió que “sin principios no hay rentabilidad”. Entre las actividades de la cumbre ESG, el presidente del Athletic, Josu Urrutia, y el cocinero Eneko Atxa debatieron sobre la sostenibilidad de la actividad económica.