donostia - Los sindicatos ELA y LAB volvieron a denunciar ayer que CCOO y UGT, con la patronal estatal, han decidido impugnar el acuerdo marco de hostelería alcanzado en enero en Euskadi para dar prioridad a los convenios vascos del sector frente a los estatales, lo que conllevaría peores condiciones laborales.

Dirigentes de ambas centrales, encabezados por el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, y el secretario general adjunto de LAB, Igor Arroyo, advirtieron en Bilbao de dicho riesgo y pidieron al Gobierno Vasco que “defienda” a los trabajadores vascos y se oponga a la “estatalización” de los convenios.

Según explicaron, los sindicatos y la patronal de ámbito estatal han decidido impugnar el acuerdo marco de hostelería en el seno de la comisión paritaria del convenio estatal de restauración, que, según aseguraron, prohíbe la negociación en ámbitos inferiores al Estado. La materialización de esa decisión afectaría a los cerca de 12.000 trabajadores de colectividades -trabajadores de comedores colectivos en hospitales, colegios...- que operan en Euskadi. Este colectivo forma parte del sector de hostelería vasco, en el que trabajan unas 45.000 personas.

Los empleados vascos de colectividades tienen ahora reguladas sus condiciones laborales a través de los respectivos convenios provinciales. La aplicación del convenio estatal de restauración en su lugar mermaría sus salarios cerca de un 50% y supondría un aumento de jornada de 50 horas al año, según ELA y LAB.

Los responsables de ambos sindicatos evidenciaron el “contrasentido” que supone por parte de la patronal la posible impugnación del acuerdo vasco, que fue firmado a su vez por Confebask y la Federación de Hostelería junto con ELA y LAB. Según explicaron, los sindicatos y la patronal estatales sostienen que el acuerdo vasco es contrario a la ley española, en concreto, a la reforma de la negociación colectiva promovida por el Rodríguez Zapatero que, recordó Muñoz, salió adelante con la abstención del PNV. “Algunos -reprochó en alusión al PNV- recuerdan al movimiento sindical que no tenemos que hablar de política” cuando “hay más que nunca razones para entrar en el debate político e interpelar a la clase política vasca”. El responsable de ELA, que recordó que quienes deciden la impugnación “son aliados de Urkullu en la mesa de diálogo social”, acusó a CCOO y UGT de tratar de lograr “el monopolio representativo en el Estado impidiendo que otros podamos negociar”, en una actitud que consideró “antidemocrática”. Por su parte, Arroyo señaló que la posible impugnación supone un “doble ataque” a la representatividad -ELA y LAB ostentan cerca del 77,5% de la representación en el sector- y a las condiciones laborales porque las empeora. - Efe