BRUSELAS - La Comisión Europea presentó ayer un documento de reflexión para profundizar en la arquitectura de la eurozona en el que plantea la creación de un presupuesto común, un Tesoro único y un Fondo Monetario Europeo, y la emisión de un instrumento financiero similar a los eurobonos, todo ello a largo plazo.
El texto del Ejecutivo comunitario reconoce que, aunque la Unión Económica y Monetaria es “robusta”, hoy en día permanece “incompleta” por lo que defiende que no debe haber “complacencia” sobre la necesidad de “fortalecer su arquitectura”. “A pesar de las importantes mejoras, los grandes legados de la crisis persisten y los retos para la zona euro continúan”, apunta.
El Ejecutivo comunitario ha diseñado en el documento un planteamiento de dos fases para este proceso hacia una mayor integración. En primer lugar, identifica áreas en las que urge a avanzar “rápido”, con el objetivo de adoptar las reformas como muy tarde en 2019. Tras esta primera etapa, pone la vista en 2025 para trabajar en medidas más ambiciosas.
Entre éstas, plantea la puesta en marcha de una “función de estabilización macroeconómica” a más tardar en 2025. En esencia, sería un presupuesto común que “complementaría a los estabilizadores presupuestarios nacionales en caso de shocks asimétricos severos” y permitiría hacer “políticas fiscales agregadas” en la zona euro cuando “la política monetaria alcance sus límites”.
El documento plantea un esquema europeo de protección de inversiones en casos de desaceleración, un sistema de reaseguro de desempleo (que necesitaría “probablemente” de una mayor convergencia entre los mercados laborales nacionales) y un fondo que tendría capacidad para endeudarse porque su tamaño podría ser “demasiado pequeño” para hacer frente a grandes shocks.
eurobonos y Tesoro único En cuanto a los avances en el sistema financiero europeo, el Ejecutivo propone la creación de un nuevo producto financiero que consistiría en una titulización de bonos públicos de varios países por parte de entidades comerciales, aunque sin mutualizar.
Bruselas deja para más tarde, a partir de 2019, otras medidas más ambiciosas como la puesta en marcha de un “activo seguro europeo”, un instrumento financiero para la emisión conjunta de deuda, que sí podría contar con cierto grado de mutualización.
Además, afirma que la labor de supervisión presupuestaria y económica tanto de la eurozona como de los Estados miembros podría “agruparse bajo un mismo paraguas” en la figura de un Tesoro único, que también se encargaría de coordinar la emisión de los eurobonos y de gestionar el presupuesto común.
Este Tesoro de la zona euro reuniría las competencias de diferentes instituciones y organismos actuales y podría caer bajo la responsabilidad de un ministro de Finanzas de la UE.
Finalmente, el documento plantea la creación de un Fondo Monetario Europeo. El objetivo es dotar a la zona euro de mayor independencia con respecto a otras instituciones internacionales en relación a la estabilidad financiera. Entre sus funciones estarían la gestión de los mecanismos de asistencia de liquidez a los países y actuar como “último resorte” del Fondo de Resolución bancaria.
El ejecutivo comunitario considera estos elementos “esenciales” que deberían acordarse en 2019 para que sean completamente operativos en 2025. - Europa Press