madrid - El Banco de España recomienda que se contengan las subidas de los márgenes empresariales y los salarios. Tras un periodo de moderación entre 2014 y 2015, en 2016 se produjo un repunte de los beneficios por encima de la evolución de los costes laborales, según revela el informe anual del Banco.
Durante la crisis era normal que los excedentes empresariales aguantasen porque las compañías necesitaban sanearse. Sin embargo, el año pasado registraron un crecimiento que, en opinión del organismo, “puede ser indicativo de un insuficiente grado de competencia en algunos mercados en un contexto de aumento de la demanda”.
Uno de los riesgos a los que se enfrentan las empresas, debido a la elevada dependencia de esta materia prima, es el precio del petróleo. Su encarecimiento podría socavar las rentas y también el consumo.
El documento señala que hay que “asegurar que las consecuencias de la subida de precios sean efectivamente temporales y comporten el menor impacto contractivo posible sobre la actividad y el empleo”.
El organismo considera un reto evitar que esta subida de los precios del crudo se traslade a precios y salarios. Para ellos, el repunte del barril tan solo reviste un carácter “transitorio” que remitirá. Pero una subida injustificada de sueldos y márgenes puede acabar mermando la competitividad y el comercio exterior, necesarios para mantener el empleo.
Todavía no se han percibido estos efectos sobre las remuneraciones de los trabajadores. Como señala el Banco, los nuevos trabajadores contratados cobran un salario medio inferior al de los ya empleados. El elevado desempleo presiona todavía a la baja sobre los salarios.
El Banco de España advierte también de que la precariedad laboral del país aumenta: más de la mitad de los puestos creados desde finales de 2013 son temporales. “La creación de puestos de trabajo temporales ha representado el 54 % del total”, lo que ha hecho que “la ratio de temporalidad haya retomado la tendencia creciente”, según explica el documento.
El Informe Anual 2016, publicado ayer, alerta de que la excesiva dualidad a que da lugar el sistema de contratación vigente produce “una elevada volatilidad de la contratación”, lo que tiene efectos negativos sobre la productividad de los trabajadores tanto temporales, que se enfrentan a carreras laborales con una “excesiva rotación”, como indefinidos, que presentan una movilidad laboral “demasiado reducida”.
creciente temporalidad El crecimiento de esta modalidad de empleo alcanzó el 6,8% en 2016, cinco puntos más que en el caso del indefinido, lo que según el Banco de España refleja “el mantenimiento de la pauta habitual en la economía española durante las recuperaciones cíclicas”.
En conjunto, la ratio de temporalidad asciende hasta el 26,5% del total de asalariados, valor que supera en 4,5 puntos porcentuales el nivel mínimo alcanzado a principios de 2013, si bien es todavía muy inferior al alcanzado en 2007, al final de la anterior fase expansiva, cuando dicha ratio alcanzó el 31,6%.
El organismo señala que la “notable” creación de empleo se ha producido en un contexto de mantenimiento de la moderación salarial. - E.P./D.N.