GASTEIZ - La nueva secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, afirmó ayer que su sindicato tiene que asumir nuevos compromisos porque “ahora es el tiempo de condicionar el debate político”. Aranburu, que el jueves fue elegida con el 91,5% de los votos de los delegados, clausuró ayer el noveno congreso de la central en el que se ha convertido en la tercera secretaria general de su historia, después de que este cargo lo hayan desempeñado Rafa Díez Usabiaga y Ainhoa Etxaide.

En su discurso de clausura apeló a la “movilización” y a la importancia de la alianza con ELA para hacer frente a una situación en la que la “patronal arrogante, cómoda y agresiva” se siente cómoda, ya que las leyes le otorgan “un poder absoluto” con el apoyo de PNV, UPN, PSE y PSN. Dijo que es el momento de “limitar el poder de la patronal” mediante la movilización y convirtiendo la acción sindical en un “verdadero contrapoder” y conseguir “cambiar la simbiosis entre instituciones y patronal” para que los poderes públicos desarrollen políticas sociales en beneficio del pueblo. “Queremos influir en política, por supuesto”, insistió Aranburu, quien consideró que ahora es la patronal la que influye, la que marca en beneficio de qué y quién tienen que estar las competencias que tienen las administraciones.

La nueva secretaria general defendió la movilización también para que “Euskal Herria tenga toda la capacidad para decidir los temas económicos y sociales”, para que tenga “un estado propio” y evitar así “un nuevo fraude en el debate sobre el estatus político”. A su juicio, la falta de capacidad de decidir en cuestiones económicas y sociales “trae consigo el deterioro de salarios y condiciones laborales”.

Críticas al PNV Fue muy crítica con el PNV por sus acuerdos con el Gobierno español y el PP, algo que, estimó, no responde a “una falta de valentía política”, sino que ese partido “da por buena esa relación de subordinación con el Estado, porque comparten proyecto neoliberal”. Se preguntó para qué reivindica el PNV estabilidad y bilateralidad. “¿Estabilidad para quién? ¿Para un Gobierno totalmente corrupto? ¿Para quien se niega a la resolución del conflicto y niega la capacidad de decisión de los pueblos?”. Además, recordó que el caso de Catalunya “ha dejado claro que “no hay espacio para la bilateralidad”, por lo que el camino es “confrontar con el Estado”. Por ello, insistió en que es el tiempo de “condicionar el debate político” porque los trabajadores no pueden “aceptar un nuevo fraude” y a este respecto dijo que no es el momento de que LAB y ELA se “enroquen” en sus estrategias propias, sino de ser “valientes y arriesgar”.

Sobre la situación del sindicato, explicó que han renovado el modelo para ser más eficientes “en el choque contra la patronal”, han colaborado en mejorar las “condiciones para iniciar el proceso soberanista y han apostado claramente por profundizar en las alianzas. Antes de su discurso de clausura, su predecesora, Ainhoa Etxaide, se despidió del cargo y afirmó que, aunque han sido duros sus 9 años al frente de LAB, llevará esta experiencia siempre “en el corazón”. - Efe