BILBAO - La fundación BBK ganó ayer al menos tres años extra para constituir el fondo de reserva de 235 millones de euros que le permite mantener el 57% de Kutxabank y el control del banco. El Gobierno español aprobó ayer un Real Decreto que amplía de cinco a ocho años el plazo límite para cubrir la dotación, con la posibilidad de porrogarlo un año más. Sobre el papel, la modificación afecta a los máximos accionistas de Kutxabank, Ibercaja y Unicaja. Sin embargo, estás dos últimas entidades ya han asumido que tendrán que salir a Bolsa, la opción B que establece la regulación para las fundaciones que no estén dispuestas a hacer frente a la exigencia de la provisión.

De modo que el decreto solo atañe a BBK, que ya estaba cumpliendo sin sobresaltos la anterior hoja de ruta, pero tendrá mayor holgura para hacerlo. El cambio era esperado por el trabajo de presión que se ha hecho en Madrid y da mucho aire a la Fundación, muy volcada en la obra social y que destinaba la mitad del dividendo que recibe al fondo de reserva.

El porcentaje de la aportación bajará hasta el 30%, lo que le permitirá seguir cumpliendo el compromiso de dedicar a obra social 33 millones cada año, realizar la dotación y tener una capacidad de ahorro que había perdido por seguir manteniendo una participación mayoritaria en Kutxabank.

El decreto se publicará hoy en el BOE. Los responsables de la fundación bancaria estudiarán todos los detalles durante el fin de semana y se reunirán el próximo lunes para evaluarlo. BBK tiene previsto convocar a la prensa para valorar el nuevo escenario la próxima semana.

A falta de concretar algunos flecos, entr ellos el mecanismo que permitirá ampliar a 9 años el plazo, lo que ya se sabe es que BBK no tendrá que seguir aportando al fondo 47 millones de euros al año como venía haciendo hasta ahora. Con el límite de 8 años, la dotación anual baja hasta los 23,5 millones, justo la mitad.

Tomando como referencia el dividendo cobrado en 2016, cerca de 70 millones de euros, y una vez restada la obra social y la provisión, BBK podría guardar en su hucha de ahorros algo más de 13 millones. El presidente de la fundación bancaria, Xabier Sagredo, ya ha avanzado que la antigua caja quiere dar un paso adelante y ampliar su campo de actuación a la inversión en proyectos empresariales. De modo, que ese dinero extra con el que contará entrará en el círculo de la economía.

un escenario más flexible Llegar a este punto es fruto de muchas horas de reuniones de la dirección de BBK con el Banco de España y con el Ministerio de Economía. Aunque es fácil vincular el giro en el Memorándum de Entendimiento (MoU) de las fundaciones bancarias con el acuerdo presupuestario del PNV y el PP o con la renovación del Cupo, en este caso las negociaciones han estado muy centradas en el ámbito económico.

A falta de otras valoraciones, el Gobierno central reconoció ayer que cambiar el porcentaje de dividendo a destinar y ampliar el plazo del fondo, darán “cierta flexibilidad” para dotar la provisión “sin mermar la finalidad principal de reforzar la solvencia de las antiguas cajas de ahorro”.

Además, el memorándum ha cumplido su objetivo, porque ha sacado a los propietarios de los otros dos bancos del escenario en el que se mueve BBK, dispuesta a pagar el alto precio de mantener el control del banco y su arraigo en Euskadi. Con Unicaja e Ibercaja a un paso de salir a bolsa y abrir su capital, solo queda en manos de las antiguas cajas de ahorros una entidad, Kutxabank, que además es la más solvente del sistema.

Así, de acuerdo con el borrador del Real Decreto que el Ministerio de Economía sometió a consulta pública, el proceso de desvinculación de las fundaciones bancarias respecto a las cajas de ahorros previsto en el MoU “se está produciendo de una manera efectiva, produciéndose los resultados esperados por la normativa”.

Por ello, el Gobierno estima “razonable” modificar la regulación para “dar la oportunidad de flexibilizar el plazo de tiempo en el que las fundaciones bancarias pueden constituir el fondo de reserva”. “De esta forma, el objetivo de mejora de la gobernanza de las cajas de ahorros se hace compatible con la posibilidad de que las fundaciones bancarias puedan constituir el fondo de reserva con un calendario más ajustado a sus necesidades”, señala el borrador de la norma.

23,5

milones de euros será previsiblemente la nueva dotación anual de BBK al fondo de reserva, el mecanismo que le permite mantener el 57% del capital de Kutxabank y ser su primer accionista. La aportación de los 2 primeros años ha sido 47 millones, justo el doble.

Flexibilidad. El decreto aprobado ayer amplia de cinco a ocho años el plazo para cubrir la provisión, con posibilidad de ampliarlo a un año más si se cumplen unos criterios que no han trascendido. Además se rebaja del 50% al 30% la parte del dividendo que es obligatorio destinar al fondo.

El motivo del fondo de reserva. El Memorandum de Entendimiento (MoU en sus siglas en ingles) obliga a todas las fundaciones bancarias a reducir su participación en el banco por debajo del 50% o a constituir un fondo para el rescate del banco en el caso de que se quiera mantener el control.

Más margen para los tres ejes. Aunque BBK estaba cumpliendo con sus dos principales compromisos -la obra social y el fondo de reserva- recurriá a sus ahorros para hacerlo. Ahora tendrá más margen para atender estás cuestiones y además podrá ahorrar parte del dividendo que recibe de Kutxabank para incentivar la economía.