vitoria - El Parlamento Vasco ha reclamado a las empresas una subida de sueldos “general”, en el marco de la negociación colectiva, con el objetivo de “compensar la pérdida de poder adquisitivo que las personas asalariadas han sufrido en los últimos años y fomentar un reparto más justo de la riqueza”. Este texto fue aprobado ayer con el apoyo de los grupos políticos EH Bildu, PNV y PSE, la abstención de Elkarrekin Podemos y el rechazo, del PP.

Esta petición se produce días después de que se conociese que Euskadi es la única comunidad autónoma del Estado español que supera por primera vez el salario medio europeo, ya que en la CAV se cobran de media 1.941 euros brutos mensuales, frente a los 1.934 euros de promedio en el conjunto de la Unión Europea, según datos de la empresa de recursos humanos Adecco. Con dichas cifras la CAV, por ejemplo, tiene un salario medio 5 veces mayor que el de Bulgaria (380 euros al mes) y casi un 25% inferior al de Alemania (2.576 euros mensuales). Esta demanda se recoge en una enmienda transada entre PNV, EH Bildu y PSE-EE a una proposición no de ley defendida por la coalición abertzale. La formación morada se abstuvo al considerar el texto insuficiente, mientras que los populares votaron en contra al tacharlo de “brindis al sol”.

Con la propuesta el Parlamento Vasco rechaza la reforma laboral española e insta a “derogar las normas contenidas en la misma”. La razón argumentada por los firmantes es que la citada modificación de la normativa laboral ha propiciado la devaluación y la precarización “de las condiciones del empleo”.

En el documento consensuado se aboga por establecer un modelo de relaciones laborales que “garantice el equilibrio entre los distintos agentes sociales y que contribuya a recuperar derechos para las personas trabajadoras y a crear empleo estable y de calidad”.

Por todo ello, el Parlamento Vasco, gracias al respaldo político de los grupos citados, indica que en la situación actual es preciso acometer una subida de salarios “con carácter general”, en el marco de la negociación colectiva. Como se recordará la misma está practicamanet paralizada en la CAV pese a que el pasado 17 de enero de 2017, la organización empresarial vasca Confebask y los sindicatos más representativos, ELA, CCOO, LAB y UGT, pusieron fin a más de 18 años de desencuentros en materia de negociación colectiva y suscribieron el denominado Acuerdo Interprofesional en relación con la estructura de la negociación colectiva en el ámbito de la CAV, más coloquialmente conocido como de “blindaje” de los convenios colectivos vascos frente a los negociados en ámbitos ajenos como los estatales. Para el Parlamento Vasco, el citado acuerdo interprofesional sobre la estructura de la negociación colectiva es un punto de partida “primordial” para conseguir el desbloqueo de la negociación colectiva en Euskadi.

En este sentido, insta a que “se desarrolle y dote de contenido para reactivar la firma de convenios y, desde la prioridad del ámbito vasco de negociación, avanzar hacia un marco de relaciones laborales más justas en términos de salarios.

El parlamentario del grupo impulsor de la iniciativa EH Bildu, Iker Casanova afirmó que más del 70% de los trabajadores vascos no están sujetos a un convenio colectivo vigente, y de los 115 convenios solo 18 se han renovado. “Hoy en día, el 50% de los trabajadores cobra menos de 1.500 euros al mes. Los trabajadores están perdiendo claramente poder adquisitivo”, afirmó. Asimismo, denunció que Confebask es el agente aplicador” en Euskadi de la reforma laboral y le responsabilizó del “deterioro” de la negociación colectiva, al tiempo que criticó que el Gobierno Vasco también es “un mal patrón”.

Jon Aiartza (PNV) defendió la implicación del Ejecutivo autonómico con el diálogo social y destacó que la importancia del apartado del texto en el que se hace referencia a la subida salarial está en que se hable de ello “en el escenario de la negociación colectiva”, al tiempo que insistió en que en este ámbito “la pelota está en el tejado de todos y no sólo de uno”.

Jon Hernández (Elkarrekin Podemos) justificó su abstención al considerar insuficiente el acuerdo alcanzado y al entender que “tal y como están las cosas en las relaciones laborales” los políticos deberían ser “más duros” en sus pronunciamientos. La socialista Alexia Castelo defendió la enmienda aprobada y sostuvo que es “clara y básica”. Además, confió en que contribuya a “abrir la puerta a la mesa de negociación colectiva” con la presencia de todos los sindicatos.

Por último, Javier Ruiz de Arbulo (PP) advirtió de que “pedir una subida generalizada de salarios sin condiciones es como no decir nada”, y se mostró contrario a derogar la reforma laboral, aunque reconoció que es “mejorable” e incluso “modificable”, ya que la actual situación económica no es igual que la del 2012, año en el que entró en vigor esta normativa estatal. - X.A./Efe