Bilbao - El preacuerdo alcanzado en la noche del lunes entre patronal y sindicatos fue ratificado ayer a nivel interno por ambas partes, con lo que el conflicto entra definitivamente en vías de resolución. La decisión de Anesco de continuar representando a las empresas del sector, por un lado, y el respaldo al acuerdo en las asambleas de delegados, por otro, pusieron ayer el sello al acuerdo. Según informaron los sindicatos, los estibadores han aceptado una rebaja salarial del 10% en las nóminas más altas y otras medidas de flexibilidad, aunque logran su principal reivindicación como era asegurar el puesto de trabajo a los más de 6.000 operarios que forman el colectivo.

La próxima reunión con la patronal tendrá lugar el 1 de junio, cita en la que se podría cerrar un acuerdo definitivo. Tras la aprobación de la reforma de la estiba en el Congreso la semana pasada, pocos apostaban por una resolución tan rápida del conflicto. El mismo lunes por la tarde, en el primer contacto oficial entre sindicatos y patronal tras el visto bueno del Congreso a la reforma, las dos partes llegaban a un principio de acuerdo en el que se incluía la reivindicación sindical de la subrogación del empleo, aunque este punto deberá ser desarrollado en posteriores reuniones.

De forma automática, en la noche del lunes el máximo dirigente de la Coordinadora de Trabajadores del Mar, Antolín Goya, anunciaba que quedaban suspendidos los paros de esta semana y de la siguiente, dejando en pie de manera provisional únicamente las huelgas del 5, 7 y 9 de junio, que se retirarán los próximos días si continúa la buena sintonía con la patronal.

Precisamente en el seno de la organización empresarial sectorial se encontraba el primer gran obstáculo para la resolución del conflicto. Molesto con las concesiones a los sindicatos, un sector de Anesco movió ficha para desautorizar a la asociación como voz de las empresas estibadoras en la mesa negociadora. El movimiento desembocó en una asamblea extraordinaria que se celebró ayer pero en la que el sector crítico perdió la votación. Tras una reunión de tres horas, las empresas de Anesco rechazaron el único punto del orden del día y se decantaron por seguir representando al gremio y ejerciendo de patronal.

Superado ese primer trámite, el preacuerdo del lunes llegó ayer a las asambleas de trabajadores, en las que también obtuvo un respaldo mayoritario. En el caso de la Coordinadora, principal central en el sector, más de 200 delegados dieron un “espaldarazo unánime” al pacto con Anesco, según indicó Goya, que remarcó que la intención de su organización es rubricar el acuerdo el próximo día 1 de junio.

En texto consensuado el lunes por Anesco y los sindicatos -Coordinadora, CCOO, UGT, CIG y CGT- incluye un compromiso con el mantenimiento del empleo de los 6.150 estibadores que trabajan en los puertos del Estado español -450 en Bilbao y un centenar en Pasaia-. Ese blindaje, que no tuvo cabida en el decreto aprobado en el Congreso, aun debe desarrollarse en próximas reuniones. Al margen de la forma legal que tome este compromiso, las empresas aseguran que van a mantener en sus puestos a los 6.150 estibadores inscritos en la Sagep, la sociedad que hasta ahora gestionaba la mano de obra en el sector y que desaparecerá con la reforma.

contraprestaciones El colectivo de trabajadores logra así su principal demanda, aunque a cambio se ve forzado a realizar distintas concesiones. En primer lugar, y en lo que hace referencia al volumen de plantilla, los sindicatos prácticamente han asumido que habrá salidas anticipadas como fórmula para ahorrar costes a las empresas. El responsable de estiba a nivel estatal de UGT, Israel Ruiz, explicaba a este periódico hace unos días que la salida de las prejubilaciones “no gusta” a los sindicatos ya que es una actividad en la que “no sobran trabajadores”. Pero todo apunta a que habrá un ajuste de personal por esta vía cuya magnitud está aun por determinar. Aquí entran en juego las ayudas ofrecidas por el Gobierno antes de aprobarse la reforma, que podrían llegar a 120 millones de euros -se ha hablado de hasta 1.400 prejubilaciones-.

Además, los trabajadores tendrán que aceptar rebajas de sueldo. En principio, el acuerdo recoge una reducción del 10% para los mayores salarios, en concreto para aquellas nóminas de más de 2.230 euros mensuales. Los estibadores también se comprometen a aceptar medidas de flexibilidad y cambios en la organización del trabajo y los turnos para mejorar la competitividad de los puertos. Por otro lado, los trabajadores podrán participar en la formación de los futuros operarios a través de prácticas profesionales que serán un requisito indispensable para entrar en una profesión con un importante nivel de riesgo como es la estiba.

Todos estos flecos se plasmarán por escrito por dos vías. El acuerdo definitivo con la patronal que se espera para la semana que viene, enfocado sobre todo a la negociación colectiva, y el desarrollo de la ley aprobada el pasado jueves en el que se abordará el plan de incentivos para las prejubilaciones.

Multa europea. El Gobierno español logró sacar adelante la semana pasada el decreto para reformar la estiba y adecuar el sector a las exigencias europeas. La justicia europea obliga a España a liberalizar la estiba desde 2011, imponiendo una multa millonaria que no está claro si el Estado podrá evitar con esta reforma.

Desconvocatoria de paros. El acuerdo entre patronal y sindicatos ya ha supuesto la desconvocatoria de los paros de esta semana y la que viene, y si el texto se ratifica el próximo día 1 se anularán también los de los días 5, 7 y 9 de junio.

El líder de la Coordinadora explicó que la intención de los sindicatos es rubricar el principio de acuerdo alcanzado el lunes el día 1 de junio.

-10%

El acuerdo incluye una rebaja del 10% en las nóminas que superen los 2.230 euros mensuales, así como distintas medidas de flexibilidad y de formación. Queda pendiente la negociación de las prejubilaciones.