bilbao - Los estibadores del Estado español, entre ellos los 400 de Bilbao y los 60 de Pasaia, están llamados a la huelga a partir de este próximo miércoles pero la patronal del sector denuncia que ya se están produciendo “huelgas encubiertas” en la mayoría de los puertos como antesala a las movilizaciones.
La patronal de empresas estibadoras ha exigido el cese inmediato de estas “ilegales medidas de presión, requisito indispensable para mantener espacios de diálogo y voluntad de alcanzar acuerdos”, y ha apelado a la responsabilidad de los trabajadores del sector y de las organizaciones sindicales que los representan.
También el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, ha hecho un llamamiento a los estibadores para que cesen en las movilizaciones, que tienen un impacto “muy negativo y muy dañino” para la economía española.
La reunión prevista para hoy por la tarde será la primera tras la aprobación por el Congreso del real decreto-ley que regula la modificación del modelo de estiba española, en cumplimiento de una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), y dos días antes de la primera jornada de huelga.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, pidió la semana pasada a los sindicatos y a los empresarios, inmediatamente después de la convalidación de la reforma, que se sentaran a negociar desde este lunes porque el real decreto recoge “muchas cuestiones negociadas” y “tiene todas las facilidades del mundo para alcanzar un acuerdo”.
Aunque el ministerio confía en que la patronal y los sindicatos lleguen a un acuerdo que permita desconvocar la huelga, para garantizar tranquilidad y normalidad dentro de los puertos, ha fijado unos servicios mínimos de hasta el 100% durante la huelga en las operaciones que afecten a mercancías perecederas y peligrosas, pasajeros, situaciones de emergencia y productos esenciales para las islas, Ceuta y Melilla.
Los propios sindicatos reconocen que solo la llamada a la huelga está condicionando la llegada de buques a los puertos y llevando a muchas empresas a desviarlos a los muelles de otros países. - DNA