BILBAO - Los inversores bursátiles han saludado con una subida del 4,9% en la cotización de Euskaltel la compra del grupo Telecable por una cifra de 686 millones de euros, lo que da pie al operador vasco a seguir creciendo en la consolidación del sector de telecomunicaciones en el Estado español tras confirmarse como un grupo medio que factura más de 711 millones de euros anuales y el líder en los territorios en los que opera dando servicio a un mercado de seis millones de personas, con 800.000 clientes, y que representa el 13,3% del PIB del Estado.
El grupo vasco de telefonía Euskaltel ha cerrado tras varios meses de conversaciones la compra del operador asturiano Telecable tras alcanzar un acuerdo con su primer accionista, el grupo británico Zegona, por 686 millones, cantidad que en parte se pagará en efectivo y parte en acciones, a través de una ampliación de capital, de forma que Zegona pasará a ser el segundo mayor accionista de la compañía vasca con el 15% del capital tras Kutxabank, que baja al 21,3%. Esta reducción por debajo del 25% actual del banco permitiría, en teoría, que los futuros dueños, con más del 75% del capital y tres quintos del consejo pudiesen llevar la sede social de la empresa fuera del País Vasco. Zegona, una empresa cotizada controlada por fondos de inversión, ha rentabilizado la inversión de 640 millones realizada en Asturias en verano de 2015 tras el fracaso inicial de tomar el control de Yoigo con lo que había quedado constreñida al territorio astur.
Al final ambas partes, Euskaltel y Zegona, se han puesto de acuerdo para buscar una salida positiva para ambos. El operador vasco que siempre ha estado interesado en Telecable culmina su primer objetivo de consolidarse en el Norte peninsular y Zegona, además de hacer caja, se queda con un 15% en Euskaltel, valor que intentará maximizar a través de otra operación en el futuro siguiendo su lema, propia de los fondos de inversión, de “comprar, arreglar y vender”.
unanimidad en el consejo La operación ha sido aprobada por unanimidad por el consejo de administración de Euskaltel, señalaron ayer sus máximos responsables, el presidente Alberto García Erauzkin, y el consejero delegado, Francisco Arteche, y quedará culminada tras la ratificación en la junta general de accionistas de junio y la aprobación por parte de las autoridades de la competencia.
Euskaltel considera la operación un “importante hito” en su historia ya que significa la creación del “operador convergente de fibra óptica líder” en la Cornisa Cantábrica dentro del mercado de las telecomunicaciones del Estado. Además, subraya que la operación dota al Grupo Euskaltel, y a cada una de las marcas que lo componen, de “mayor fortaleza, eficacia y capacidad de crecimiento, en un sector de gran competencia como el de las telecomunicaciones”. Y, según Arteche, “permitirá acelerar la innovación de cara al futuro” pues si a la suma de Euskaltel y la gallega R se le suma Telecable el mercado del grupo aumenta un 20% y alcanza una masa crítica para poder buscar alianzas y ofrecer más servicios a sus clientes.
Telecable ha sido valorada en 686 millones de euros, incluyendo 245 millones de su deuda estimada a 30 de junio de 2017, que será refinanciada por Euskaltel, y el pago a Zegona se hará mediante el abono en efectivo de 186,5 millones de euros y 26,8 millones de acciones ordinarias de nueva emisión que serán suscritas por Zegona a un precio de 9,5 euros por acción (254,6 millones de euros) por lo que contará con el 15% del capital social de Euskaltel. Esta valoración, precisó el grupo, supone 8,5 veces el Ebitda post sinergias, lo que “confirma el interés de la operación en términos de creación de valor para los accionistas”. Tras la operación, el ratio de deuda sobre Ebitda se situará en el 4,5x (incluyendo sinergias), por lo que el grupo mantendrá la remuneración al accionista que tenía prevista.