donostia/Bilbao - Ya lo avanzó el diputado de Hacienda alavés, José Luis Cimiano, y ayer sus homólogos guipuzcoano y vizcaino confirmaron que las diputaciones trabajan para presentar después del verano retoques en el modelo fiscal que puedan entrar en vigor en 2018.
El diputado guipuzcoano de Hacienda y Finanzas, Jabier Larrañaga, anunció nuevas medidas “que ajusten y mejoren la normativa actual” fijada en la reforma fiscal de 2013 tras el verano, de la mano de las diputaciones forales de Álava y Bizkaia. No obstante, advirtió de que este proyecto de norma foral conjunto no constituirá “una revolución”, sino propuestas concretas encaminadas a “maximizar la recaudación” para incrementar “la competitividad del territorio”. Larrañaga compareció en Juntas Generales de Gipuzkoa para ofrecer su balance de la reforma fiscal aprobada en 2013, que fue “positivo” al haberse cumplido sus dos objetivos principales consistentes en aumentar la recaudación para garantizar los servicios sociales y avanzar en la lucha contra el fraude. Tras valorar los buenos resultados que, según destacó, ha obtenido, añadió que las tres entidades forales de la CAV trabajan en iniciativas que permitan optimizarla dentro de “un proceso de mejora continua”.
En este sentido, coincidió con sus homólogos en Álava y Bizkaia en datar para después de verano la presentación del proyecto de norma foral conjunto con la intención de que pueda ser aprobado antes de final de año para comenzar a aplicarlo en 2018, aunque reconoció que “los plazos son muy justos”. Preguntado por las propuestas concretas en las que trabaja la Diputación de Gipuzkoa, el titular de Hacienda y Finanzas respondió que “todavía es pronto para entrar en más detalles”.
Respecto a la efectividad de la reforma fiscal realizada en 2013, Jabier Larrañaga consideró que ha logrado su objetivo de promover “un sistema fiscal más justo, progresivo y efectivo”. Recordó que, en el ámbito de los impuestos, la actuación sobre el IRPF ha incrementado en 50 millones de euros anuales la recaudación, mientras que las modificaciones en el de Sociedades han mantenido invariable la cantidad recibida por las arcas forales, “pudiendo llegar a apreciarse un ligero incremento”.
Los resultados cuantitativos de la actuación sobre estos dos y otros impuestos fueron matizados por Larrañaga al asegurar no ser tan “osado” como para atribuirlos únicamente a la reforma, puesto que en los últimos años también se ha vivido una mejoría en la economía del territorio.
Los resultados de la última reforma fiscal vasca han sido “positivos” y cumplido con los “objetivos”, según aseguró ayer también el diputado vizcaino de Hacienda, José María Iruarrizaga, en una comparecencia en la que también “confirmó” que las tres diputaciones forales revisarán sus normativas fiscales de forma “armonizada”. Iruarrizaga presentó en las Juntas el balance de la última reforma fiscal.
En Bizkaia, el impacto de aquel acuerdo se ha notado sobre todo en el IRPF, donde los cambios introducidos han permitido ingresar 194 millones adicionales. En cambio, en Sociedades el salto ha sido sensiblemente inferior (88 millones) debido a que muchas empresas siguen sin alcanzar la zona de beneficios.
sociedades En términos económicos, el resultado ha sido más tibio en el campo de las empresas. De hecho, se está recaudando menos por Impuesto de Sociedades que antes de la reforma y en 2014 las nuevas medidas no surtieron efecto. La campaña de 2015 fue más favorable en ese sentido. Aunque el impuesto en conjunto ingresó un 3,5% menos, el impacto de la reforma fue positivo y si se compara el resultado de los apartados que se cambiaron se ingresaron 125 millones más. Iruarrizaga recordó en cualquier caso que la evolución de sociedades sigue muy marcada por los años de la crisis y que en estos momentos solo tres de cada diez pequeñas empresas o microempresas declaran bases liquidables positivas. El resto no se retrata ante Hacienda y eso limita los ingresos debido a que el 80% del tejido empresarial es pequeña empresa.
En cuanto al proceso de revisión de la fiscalidad vasca, Iruarrizaga aclaró que no producirá una reforma integral, porque ciudadanos y empresas necesitan “estabilidad” fiscal y no cabe modificar las normas en 3 años. El objetivo es alcanzar un acuerdo en relación a los retoques precisos en breve para presentarlos después del verano y aprobarlos antes de diciembre para que entren en vigor en 2018.