DONOSTIA - El gerente de una empresa de Tolosa dedicada al sector del metal ha sido condenado a catorce meses de cárcel por su responsabilidad en un accidente laboral en el que un trabajador en prácticas resultó gravemente herido tras ser golpeado por un tablero de 1,7 toneladas. Además de esta pena de prisión, la sentencia del caso, a la que ayer tuvo acceso Efe, condena al acusado a abonar una multa de 3.600 euros, todo ello como responsable de un delito contra los derechos de los trabajadores en concurso ideal con otro de lesiones por imprudencia grave. Durante el juicio por estos hechos, la representación legal del trabajador herido se reservó expresamente la posibilidad de ejercer las acciones civiles que pudieran corresponderle por estos hechos.
Según la citada resolución, el siniestro se produjo el 7 de marzo de 2012 en las instalaciones de la compañía, donde el afectado, que tenía “un contrato de trabajo en prácticas como calderero”, se encontraba, junto a otros dos operarios, “elaborando un contenedor” para el transporte a un cliente de quince tableros de acero, de 4 por 2,5 metros y 1,7 toneladas cada uno de ellos. Durante el trabajo, los trabajadores decidieron trasladar con una grúa puente uno de los tableros, que quedó suspendido “mediante una sola garra fija, unida a una eslinga de cadena”.
La sentencia precisa que, mientras tenía lugar esta operación, la víctima y uno de sus compañeros se situaron a ambos lados de la pieza, “acompañando el movimiento de la misma y situándose dentro de la zona de peligro, sin mantener la distancia de seguridad requerida para este tipo de maniobras”.
Cuando el gruista hizo descender el tablero para apoyarlo en el suelo, “la garra dejó de morder la pieza”, con lo que se soltó “el único punto de amarre con la grúa”, el tablero volcó y golpeó al operario en prácticas, “quien quedó atrapado entre el suelo y la compuerta”.
La resolución aclara que la causa del accidente fue la existencia de “deficiencias en el accesorio de elevación utilizado en la manipulación de la pieza”. La garra no especificaba su capacidad de carga. Además, no tenía “marcado” el símbolo CE y “no fue utilizada según las instrucciones del fabricante”, ya que nadie se aseguró de que “no hubiera personas en la zona de suspensión de la carga”. La víctima tardó 614 días en recuperarse, 79 de los cuales permaneció hospitalizada y los 535 restantes estuvo impedida para sus ocupaciones habituales, además de haberle quedado diversas secuelas funcionales. - Efe