bilbao - Iniciado el despegue, al mercado laboral vasco le está costando coger la altura necesaria para enmendar el roto provocado por la crisis. Lo bueno es que, pese a las turbulencias, las cifras a la larga mejoran. El primer trimestre de 2017 no escapa a la dinámica de los arranques de los últimos años y se salda con pérdida de empleo, aunque gracias a los números de marzo se puede decir que las bases del ejercicio son más sólidas que en otras ocasiones. El retroceso en este inicio de año es más suave, y eso que los efectos de la Semana Santa se dejarán sentir en la contratación a partir de abril, mientras que en 2016 los festivos se adelantaron al primer trimestre.

Euskadi cerró el pasado mes de marzo con 138.157 parados inscritos en las oficinas de Lanbide, 1.066 menos que en febrero. Aunque es un descenso modesto que no llega al 1%, supone casi duplicar la caída de marzo de 2016, que a su vez era la primera en el tercer mes del año desde 2008. Síntoma de que la salud del mercado de trabajo avanza de un año para otro a pesar de los retrocesos puntuales. En ese sentido, en doce meses baja el desempleo registrado en la CAV en 15.800 personas, más del 10%, lo que supone rebasar la mejoría producida en el conjunto del Estado español.

El Gobierno Vasco destacó precisamente el hecho de que, por segundo ejercicio consecutivo, el mes de marzo haya dejado una reducción de las listas de paro dando la vuelta a la dinámica de la crisis. “Volvemos a la senda observada los meses de marzo anteriores a la crisis”, valoró la consejera de Empleo, Beatriz Artolazabal, que remarcó que, con 138.000 personas sin trabajo, “la creación de empleo de calidad debe ser uno de los objetivos prioritarios” del Ejecutivo.

En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, los datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Empleo dejan un incremento de 3.500 trabajadores en Euskadi, lo que también supone mejorar los registros de marzo del pasado año aunque en esta ocasión por apenas un centenar de cotizantes. El mes pasado fueron las actividades ligadas a la hostelería y la restauración, así como los servicios de alojamiento y la industria de alimentación, las que más tiraron del empleo.

El buen comportamiento de marzo permite edulcorar el balance del primer trimestre, un periodo tradicionalmente muy negativo para el mercado laboral, principalmente por el fuerte revés que se registra cada enero al finalizar los contratos asociados a la navidad. Así, en el apartado de la ocupación, el avance de marzo, sumado al de febrero, permite minimizar el daño producido en enero y deja el saldo del primer trimestre en 3.270 afiliados menos a la Seguridad Social. En el mismo tramo de 2016 se perdieron mil cotizantes más a pesar de los festivos de la Semana Santa cayeron en la segunda mitad de marzo, lo que permite intuir que los efectos sobre la contratación, que suelen adelantarse algunas semanas en relación a las fiestas, se concentraron en ese mismo mes.

En cambio, la Semana Santa se ha atrasado en 2017 a mediados de abril, con lo que es de esperar que sea a partir del segundo trimestre cuando el mercado laboral vasco comience a carburar de verdad. La pérdida de peso industrial ha volcado la economía vasca hacia el sector servicios, con las ramas pegadas al turismo como los hoteles y la hostelería como motores de la contratación. Una Semana Santa tardía favorece además que muchos empresarios conecten los contratos de primavera con la campaña de verano, con lo que es previsible que la mejoría del empleo se prolongue ya al menos hasta el próximo mes de agosto.

Pese al paso atrás del primer trimestre, en doce meses la CAV se anota 18.300 nuevos cotizantes a la Seguridad Social, por encima de la mejoría interanual de 2016, hasta superar el nivel de los 922.000.

En cuanto al paro registrado, hasta marzo Euskadi ve incrementar la cola de Lanbide en 1.200 personas, debido en parte a que enero de 2017 ha fue mucho más suave que en años anteriores. Los tres primeros meses de 2016 cerraron con casi 4.000 nuevos desempleados, con lo que la diferencia es significativa. La losa de enero fue en esa ocasión demasiado pesada y, de hecho, no fue hasta mayo cuando el balance del año de paro registrado se situó en positivo. Pese al mal arranque, en el conjunto de 2016 el paro bajó en 13.800 personas, una cifra que, teniendo en cuenta la evolución hasta marzo, se podría superar en el presente ejercicio.

precariedad y pobreza Los sindicatos vascos denunciaron que, pese al descenso del paro en marzo, aumenta la precariedad del nuevo empleo y aseguran que la pobreza se está asentando en el mercado laboral. ELA denunció que “la práctica totalidad” de los contratos que se firman son temporales y, de ellos, la mayoría tiene una duración inferior a un mes. La central que dirige Adolfo Txiki Muñoz alertó de la situación “sumamente precaria” de las personas en desempleo y subrayó que las mujeres, los jóvenes y los mayores de 55 años sufren “con especial intensidad” el paro. LAB también lamentó que el empleo que se crea es “muy precario y de muy corta duración” y denuncia que el sistema de protección ante el paro “es muy pobre”.

Desde el lado empresarial, el presidente de la patronal vizcaina Cebek, Iñaki Garcinuño, indicó que los datos de marzo son positivos porque confirman la “tendencia claramente decreciente del desempleo”. El empresario vizcaino remarcó en Radio Euskadi que reducir la tasa de paro al 10% al final de la legislatura, como pretende el Gobierno Vasco, es “razonable y nada difícil de conseguir”.

En el conjunto del Estado, el paro registrado bajó en marzo en 48.500 personas hasta dejar la cifra total de afectados en 3,7 millones. En cuanto a la ocupación, la afiliación a la Seguridad Social se anotó un fuerte aumento de más de 161.000 trabajadores hasta 17,9 millones.

Mejoría en marzo. El primer trimestre es tradicionalmente malo para el mercado de trabajo, sobre todo por la finalización de los contratos de Navidad en enero. La pérdida de 9.200 afiliados a la Seguridad Social en el primer mes del año fue parcialmente compensada por los 2.450 nuevos cotizantes de febrero y, sobre todo, por los 3.500 de marzo.

Repunte del paro. En 2017 el primer mes del año ha sido especialmente bueno en comparación con años anteriores en el apartado de paro registrado, lo que con el descenso de más de mil parados de marzo permite cerrar el primer trimestre con solo 1.190 desempleados más que en diciembre. El año pasado a estas alturas el paro había subido en casi 4.000 personas, si bien a final de año se produjo un descenso de 13.800 lo que permite intuir que en 2017 se mej orará ese registro.

La consejera de Empleo, Beatriz Artolazabal, valoró los datos de marzo positivamente y remarcó que, por segundo año, el paro baja en el mes rompiendo la dinámica de la crisis.

Los sindicatos denunciaron que los nuevos trabajos son precarios y de corta duración, con una caída de la cobertura de desempleo.

13,1%

El paro baja ligeramente aunque sigue por encima del 13%.