BILBAO - Los miles de accionistas, entre ellos los 75.000 ahorradores vascos que tienen invertido dinero en Iberdrola, verán cómo sus dividendos crecerán cerca del 30% en el horizonte de 2020 respecto a los percibidos el pasado año 2016. Este es el compromiso que realizó el presidente de la eléctrica vasca, Ignacio Galán, en el transcurso de la junta general de accionistas de la compañía celebrada ayer en el Palacio Euskalduna de Bilbao.

Galán comenzó su intervención ante los accionistas expresando su firme intención de hacer de la empresa eléctrica multinacional radicada en Bilbao “una compañía aún más grande y rentable”, a la vez que reforzó su compromiso con la creación de valor para los accionistas, trabajadores, clientes y las sociedades donde la eléctrica desarrolla su actividad.

Ignacio Galán señaló que los buenos datos del pasado ejercicio les han animado a “revisar al alza” las perspectivas para 2020. En este sentido indicó que la compañía espera crecer en resultados gracias a que “vamos a aumentar nuestras inversiones hasta alcanzar los 25.000 millones de euros en el periodo 2016-2020”. Con este esfuerzo inversor que se concentrará, fundamentalmente, en las energías renovables, la gran apuesta de futuro de la compañía, Iberdrola espera obtener un beneficio neto de 3.500 millones de euros en 2020.

Gracias a estas previsiones de resultados, Galán, indicó que “esperamos ofrecer una retribución creciente a ustedes, señores accionistas, que podría alcanzar entre 0,37 y 0,40 euros por acción en 2020, un 30% más que lo abonado en el pasado ejercicio”. El crecimiento de la compañía irá de la mano de una estrategia que apostó “antes que nadie” por las energías renovables, según afirmó Galán antes de recordar la “buena evolución” de Iberdrola, que el año pasado ganó 2.705 millones de euros, un 11,7% más que un año antes. Esta mejoría de los resultados “nos ha permitido ofrecerles a todos ustedes una remuneración creciente en los tres últimos años”, señaló el presidente de la eléctrica antes de resaltar que “la rentabilidad total para el accionista”, entre aumento del dividendo y revalorización de la acción en Bolsa, en el periodo 2014-2016 ha sido del “55%, cifra muy superior al 14% de media del índice Eurostoxx utilities y al 7% del Ibex”.

Con estas cifras se entiende la satisfacción de los accionistas de Iberdrola que respaldaron con más del 99% de los votos todos los puntos del orden del día de la junta. Ante las incertidumbres que se ciernen sobre el mundo económico en países como Reino Unido y Estados Unidos, por efecto del Brexit y de la presidencia de Trump, Galán destacó que la estrategia del grupo Iberdrola está basada en las actividades con ingresos “previsibles y estables” e invirtiendo en países con alta calificación crediticia y que requerían de nuevas infraestructuras eléctricas. Con ello venía a negar que se pudieran dar efectos negativos notables en las actividades de la eléctrica en los citados países, aparte de los derivados de la devaluación de la libra esterlina respecto al euro y que el pasado año alcanzó un 13%.

Grande mundial “Gracias a los logros alcanzados, hoy somos una de las mayores compañías eléctricas del mundo, reconocidos como referentes en nuestro sector y valorados por nuestra capacidad para alcanzar y superar objetivos”, afirmó.

El dirigente de Iberdrola mostró un escenario positivo en el próximo futuro para las compañías eléctricas, entre ellas Iberdrola, porque “la Agencia Internacional de la Energía estima que el consumo eléctrico global crecerá un 70% en los próximos 25 años lo que hará necesarias unas inversiones de cerca de 20 billones de dólares”.

Para respaldar estos planes de la compañía, Galán reiteró los planes de inversión del grupo que prevén alcanzar los 25.000 millones de euros en el conjunto del periodo 2016-2020. De esta cifra, en torno al 90% se destinarán a negocios regulados o con contratos a largo plazo, afirmó el máximo responsable de Iberdrola. Eso sí, Ignacio Galán destacó el notable crecimiento de la demanda eléctrica en México, país en el que “dentro de dos años tendremos más capacidad de producción que en España”. En poco más de 15 años “tendremos más de 10.000 MW de capacidad” en el país azteca, indicó el directivo.

Durante el turno de intervención de los accionistas tomaron la palabra seis de ellos. Dos hicieron hincapié en la necesidad de cerrar la central nuclear de Garoña, que “está parada porque es inviable económicamente”, contestó Galán. Uno criticó la alta remuneración de consejeros y directivos de la eléctrica, en especial los bonus por objetivos, que consideró excesivos y otro pidió explicaciones sobre el riesgo inversor en los países anglosajones. En este sentido, Galán afirmó que el Reino Unido “tiene una seguridad jurídica envidiable” y en Estados Unidos, la filial Avangrid no espera verse afectada por la política de Trump ya que los proyectos en vigor hasta 2020 “dependen de los gobiernos de los diferentes estados, y no de la administración federal”.

Respaldo masivo La junta de accionistas de Iberdrola respaldó ayer con más del 99,4% de los votos, -en una junta con presencia o representación del 77,2% del capital-, todas las propuestas de acuerdo incluidas en el orden del día, entre las que figuraba el nombramiento como consejeros del director de negocio, Francisco Martínez Córcoles, así como del presidente del grupo de galletas Siro, Juan Manuel González-Serna para sustituir a José Luis San Pedro Guerenabarrena y Santiago Martínez Lage.

Con esta remodelación en el consejo de administración de Iberdrola sólo quedan dos consejeros vascos, Xabier Sagredo, de BBK, y la catedrática de Economía de la UAB, Inés Macho Stadler, que preside la comisión de retribuciones de la eléctrica.