bilbao - La fábrica de vasos de vidrio Vicrila está muy cerca de cerrar el periodo de incertidumbre vivido los últimos meses. La oferta de compra realizada por el fondo de inversión Sainberg, respaldada por la plantilla, ha sido bien valorada por el administrador concursal, que así se lo ha comunicado al juez que lleva el concurso. A falta del visto bueno de las entidades financieras acreedoras, el futuro de Vicrila “parece garantizado”, indicó el comité de empresa.

La histórica compañía situada en Lamiako arrastra una complicada situación a nivel financiero que le ha llevado al concurso de acreedores. Pero su abultado endeudamiento no ha impedido que un buen número de firmas se hayan interesado por el proyecto industrial, que como viene defendiendo la comité sigue siendo viable. De hecho, Vicrila se mantiene como uno de los líderes en el negocio de vidrio de mesa en el Estado español. En ese sentido, más de media docena de empresas, sobre todo fondos de inversión, han mostrado interés en la fábrica de Lamiako. Finalmente es el grupo inversor Sainberg Investments el que ha presentado la oferta más completa, y de hecho logró hace un mes el voto favorable de los trabajadores en asamblea.

En concreto, la propuesta de Sainberg implica mantener la plantilla actual en el entorno de las 300 personas, así como la ejecución de distintas inversiones que podrían alcanzar los 17 millones de euros. En todo caso, se incluyen incrementos de jornada e importantes bajadas de salario. La oferta ha sido valorada de forma “muy positiva” por el administrador concursal, informó el comité de empresa que preside USO, al considerar que este grupo “tiene la experiencia necesaria para reflotar Vicrila”.

Según explicó el comité, el administrador ha solicitado al juez concursal que sea Sainberg la firma que finalmente se adjudique Vicrila frente al resto de ofertas que había encima de la mesa, lo que deja la operación a un paso de materializarse. El juez dio un plazo de diez días para presentar algo que mejore lo propuesto por Sainberg, con lo que la puja podría cerrarse la semana que viene. Si es así, solo faltaría cerrar la negociación con la banca acreedora. “Sin su acuerdo la compra no se producirá y la empresa estará abocada a la liquidación”, advierte el comité.