BILBAO - Tras varios meses sin aclarar su futuro e incluso dando a entender que estaba dispuesto a repetir en un tercer mandato, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, anunció ayer que no optará a la reelección al frente del sindicato. Su sustituto será casi con toda seguridad el actual líder de la central sindical en Euskadi, Unai Sordo.

De partida Sordo cuenta con el apoyo unánime del consejo confederal -117 votos a favor, ninguno en contra y seis abstenciones-. El camino está allanado y, aunque cabe la posibilidad de que se presente un candidato alternativo, parece más que improbable que surja un aspirante con respaldo suficiente para hacerle sombra.

Fue el propio Fernández Toxo el que propuso a Sordo para su relevo, porque no se trata de un simple cambio de rostro. A juicio del actual secretario general de Comisiones, ha llegado el momento de dar paso a las nuevas generaciones en el proceso de transformación que vive la organización. Durante la crisis, tanto CCOO como UGT perdieron una quinta parte de su afiliación y, una vez consolidada la recuperación económica, es hora de dar un giro al sindicalismo para remontar vuelo.

Sordo, que cumple 45 años el próximo mes de octubre, es el elegido del aparato para esa transformación. Toxo comunicó oficialmente su decisión durante la reunión extraordinaria mantenida por el consejo confederal, el foro en el que están representadas todas las federaciones sectoriales y territoriales. Es el mismo órgano que tras conocer la renuncia aprobó la candidatura de Sordo al XI Congreso, del que saldrá el próximo secretario general de y que se celebrará entre el 29 de junio y el 1 de julio.

candidato de consenso “No dejo un sucesor, no dejo un delfín”, afirmó Toxo, quien defendió que Sordo no es su candidato, sino el del Consejo. Esa posición le da un gran peso “político” al aspirante vasco, que incluso podría -todo apunta a que será así- acudir Congreso como único candidato. Quien quiera disputarle la secretaría general tendrá que estar avalado por el 10% de los delegados del congreso confederal, que viene a ser un con consejo confederal más amplio. Y, en el caso de conseguir esos apoyos, se enfrentara a un candidato que cuenta con un respaldo del 95% de la dirección.

“Podría haber optado a un tercer mandato, así me lo habían sugerido la totalidad de las organizaciones a través de sus secretarios generales a lo largo de consultas que he hecho en los últimos meses”, explicó Fernández Toxo, quien insistió en que la transformación que afronta el sindicato justifica su relevo.

Para ese relevo, CCOO, a diferencia de otras organizaciones, tiene la ventaja de contar con un “buen banquillo”, según Toxo, que subrayó que ha propuesto a Sordo porque cuenta con el respaldo de todas las organizaciones, que lo consideran la persona que reúne las mejores condiciones para seguir fraguando el consenso interno. Toxo, que abandonará el cargo tras ocho años al frente de CCOO y que en noviembre cumplirá 65 años, añadió que aunque se sentía con fuerzas para afrontar un tercer mandato es “muy consciente” de la edad que tiene y por eso ha decidido dar “un paso atrás” y abrir la puerta a las nuevas generaciones.

“Terminaría con 68 años y los tiempos exigen dirigentes de otra edad. Unai tiene 20 años menos que yo”, afirmó Toxo, quien reconoció que hasta la celebración del Congreso pueden surgir más candidaturas.

La renuncia a la reelección obedece “a una decisión personal muy meditada” y no a “razones personales”, reiteró en varias ocasiones Toxo, quien explicó que se debe a su manera de entender el sindicato y el profundo proceso de transformación en el que se encuentra. Dicho cambio ha conllevado la renovación de las organizaciones sectoriales y “ahora toca hacer lo propio en las estructuras territoriales”, que van a cambiar en su práctica totalidad sus equipos de dirección, “razón de más para justificar el cambio en la dirección de la Confederación nacional”, incidió.

“Para mí ha sido un auténtico honor dirigir esta organización”, que estaba “muy dividida y a la que dejo más unida que nunca”, manifestó Toxo, quien advirtió de que CCOO no debe renunciar a esa unión si quiere seguir siendo la opción sindical preferida por los trabajadores.

Toxo accedió a la Secretaría General de CCOO en diciembre de 2008 en sustitución de José María Fidalgo, al que desbancó por una diferencia mínima de votos de 28 votos en un congreso con cerca de mil delegados. Fue reelegido para un segundo mandato en febrero de 2013 después de haber cosido el sindicato y hacer olvidar el cisma de cuatro años antes.

Esas etapas han coincidido con las de Unai Sordo al frente de la central en Euskadi y les ha permitido tejer una red de complicidad que será la base de la nueva etapa del sindicato. El que será el encargado de liderar el proyecto mostró ayer en declaraciones a Efe su “orgullo” por haber sido elegido. A pesar de afirmar que el proceso está abierto y que puede haber otros aspirante, Sordo admitió que su candidatura “cuenta con una conversación previa con el conjunto de organizaciones del sindicato y es producto de esa cohesión interna”. “Ahora toca empezar a trabajar” y ver cómo se puede poner en marcha lo que personalmente había propuesto en las ponencias del Congreso para “readaptar el sindicato a los nuevos tiempos y al nuevo paradigma en el que hay que desarrollar la acción sindical”.