bilbao - La patronal y los sindicatos de la estiba no lograron en la larga reunión de ayer acordar una solución que evite la huelga prevista a partir de la semana que viene. Mientras tanto el ambiente sigue caldeándose en los puertos, con declaraciones cruzadas cada vez más subidas de tono. La patronal valenciana ha llegado a pedir la intervención del Ejército español en caso de que la huelga se lleve a cabo para garantizar que los puertos desarrollan su actividad con normalidad.

El nerviosismo es cada vez mayor entre los empresarios, que temen las consecuencias económicas que puede tener la paralización de los puertos durante tres semanas. La cita de ayer entre patronal y sindicatos, la primera desde que el Gobierno español aprobara la reforma para liberalizar la estiba el pasado viernes, se intuía como decisiva de cara a valorar las opciones de que los estibadores dejen la convocatoria de huelga en stand by.

Y en cierto modo hubo algunos avances, y de hecho ambas partes se comprometieron a abrir un proceso de negociación durante el tiempo que sea necesario -el calendario está sin confirmar-, si bien desde los sindicatos se indicó que eso no supone que se desconvoquen los paros. Antolín Goya, líder de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, calificó la cita de ayer con los empresarios de “positiva” aunque dejó claro que la huelga lanzada a partir del día 6 -habrá paros en días alternos durante tres semanas- solo se suspenderá si se ponen soluciones “al descalabro que crea el real decreto-ley” aprobado por el Gobierno español. “Es el verdadero causante de la huelga”, dijo Goya sobre la reforma del PP, que según las centrales supondrá despidos y empeorará las condiciones de trabajo.

negociación del decreto Los sindicatos confían en que la reforma pueda ser suavizada a través de enmiendas en la tramitación parlamentaria del decreto, y piden para ello al Ejecutivo la retirada de la norma y la apertura de un proceso de negociación “real” que tenga en cuenta la opinión del sector. El Gobierno por su parte sigue presionando para salvar su reforma y ayer el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, alertaba de que las empresas podrían desviar su actividad definitivamente desde los puertos españoles a otros países si la huelga de estibadores es larga.

En la misma línea, la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) lamentaba las pérdidas económicas que puede generar una huelga en los puertos y pedía medidas coercitivas que aseguren la normalidad en la estiba. Su presidente, Salvador Navarro, recordó en Levante TV el conflicto de los controladores aéreos que tuvo lugar hace unos años y pidió, como en aquel caso, que sea el Ejército el que impida la paralización de los puertos. - A. Legasa