bilbao - El Gobierno Vasco y la Diputación de Bizkaia pidieron ayer a los partidos que aborden con “tranquilidad” el debate sobre una posible reforma fiscal. Ambos ejecutivos entienden que antes de realizar cualquier movimiento es necesario esperar al resultado de la reflexión que están realizando los técnicos de las haciendas de la CAV sobre el modelo actual, puesto en marcha en 2014. Un informe que verá la luz en el primer semestre del año y que será la base de las decisiones que se tomen en el futuro.
Mientras llega ese momento, no hay ninguna señal que invite a actuar con carácter de urgencia. Las previsiones de recaudación son moderadas pero suficientes para mantener el gasto y las líneas marcadas en los Presupuestos garantizan la cobertura social de los ciudadanos y los estímulos a la actividad económica.
No hay prisas para abordar una reforma tributaria que a día de hoy se desconoce si se reducirá a retoques de algunos impuestos o si tendrá un carácter más amplio y general. Ese es el resumen de sendas comparecencias parlamentarias celebradas ayer.
El consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, abrió en el Parlamento Vasco el turno de intervenciones de los consejeros de cara a explicar el proyecto de Presupuestos de 2017. Por su parte, el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, respondió en Juntas a varias preguntas relacionadas con el último Consejo Vasco de Finanzas.
Como era previsible, el consejero de Hacienda abandonó la Cámara con los mismos apoyos con los que entró, los del PNV y los del PSE, y la aprobación del proyecto queda en manos de la negociación parlamentaria. Durante el turno de preguntas, los representantes en la comisión de Podemos-Elkarrekin (Julen Bollaín) y de EH Bildu (Leire Pinedo) reconocieron que el Gobierno aumenta el gasto destinado a partidas de la lucha contra la pobreza por encima de la media del 1,2% del conjunto de las Cuentas. Con todo consideraron que se trata de un esfuerzo “insuficiente” para atender a los ciudadanos más desfavorecidos.
Los populares, en boca de Antón Danborenea, calificaron los Presupuestos de “continuistas” y destacaron que parten de un error de base porque “financian gasto corriente con endeudamiento”.
El debate se desvió hacia la supuesta escasez de ingresos de las administraciones y por extensión hacia la reforma fiscal. El consejero aseguró que su Departamento “nunca ha engañado, ni ha dado la sensación de que esto va de maravilla y de que haya recursos excesivos”. Sin embargo, destacó que “el proyecto se ajusta a los recursos” disponibles y defendió que las previsiones de recaudación fiscal para este año “son razonables y realistas”. Por ello, pidió a los partidos que enfoquen “con tranquilidad” esta cuestión. Con otras palabras, el diputado general de Bizkaia también emplazó en el parlamento foral a la oposición a esperar al resultado del análisis “profundo” que están realizando las diputaciones antes de señalar las carencias del sistema fiscal.
El foco está puesto en el Impuesto sobre Sociedades por el retroceso en la recaudación registrado el año pasado, pero Rementeria recordó que todavía hay empresas que están compensando las pérdidas registradas durante la crisis.
En general, el diputado general vizcaíno argumentó que “la recaudación ha ido a más”, al crecer en 200 millones en 2016, y “para este año se prevé lo mismo” y se cumplirá la previsión sin grandes sobresaltos.