BILBAO - El expresidente de Kutxabank rechazó ayer su decisión de devolver de su bolsillo los 243.592 euros que cobró Cabieces del banco suponga un reconocimiento implícito de culpa. Es más, Fernández se mostró “irritado e indignado” por un escrito de la Fiscalía en la que se apunta, según citó, que el señor Mario Fernández con intención de perjudicar a Kutxabank... “No he hecho nada para perjudicar al banco, al contrario le he beneficiado”, afirmó.

Por ello, añadió que cuando el actual presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia, le trasladó que tenía “dudas” sobre la legalidad de la contratación de Cabieces, decidió resolverlo “en una tarde” y firmar un cheque para reponer el dinero que había salido del banco. “No podía soportar que se dudara de mí ni cinco minutos, pero eso no es reconocer culpa”, quiso aclarar al fiscal, que le preguntó en varias ocasiones si no le parecía que era una cantidad lo suficientemente elevada como para devolverla si estimaba que la operación era legal.

una “obra maestra” Fernández aseguró que no dudó en ningún momento porque le “repugnaba profundamente que cualquier acción” suya pudiera interpretarse como un perjuicio para el banco, al que se refirió como “una obra maestra” de la que no ha sacado ningún provecho. En esa línea, a preguntas de su abogado declaró que durante su etapa al frente de Kutxabank renunció a 576.000 euros que recibía como consejero de Repsol -un cargo que desempeña todavía a título personal- y lo ingresó “en la caja del banco”. Hizo lo mismo con los 20.000 euros que recibía como vicepresidente de la Confederación de Cajas “para dar ejemplo” tras ordenar a todos los altos directivos que no cobraran por su presencia en los consejos de administración en los que representaban a Kutxabank.

Entre las anécdotas de la sesión, el juez le pidió al fiscal que “no siguiera por ahí” cuando le quiso preguntar a Fernández que pretendía trasladar cuando aseguró tras una declaración judicial que no acostumbra “a dejar heridos”. El fiscal sugirió que podría tratarse de una “medida de presión a testigos” pero el juez le cortó el paso. Fernández se acogió a su derecho de no responder a las preguntas de la acusación particular. - A.D.M.