gasteiz - El Parlamento Vasco volvió a reclamar ayer al Gobierno central la creación de un fondo de compensación para las víctimas del amianto con la aprobación por unanimidad de una proposición de ley. El pasado mayo, la Cámara de Vitoria se convirtió en la primera institución del Estado en exigir al Ejecutivo de Mariano Rajoy la creación de este fondo pero la proposición de ley aprobada entonces no pudo ser tramitada ante las Cortes porque la Mesa del Congreso la rechazó.
Aquella iniciativa, que también recibió el apoyo unánime de los grupos de la Cámara vasca y que contó con el visto favorable del Ejecutivo de Iñigo Urkullu, se topó sin embargo con el criterio en contra del Gobierno central, que argumentó que la aprobación de la proposición de ley supondría un aumento de los créditos presupuestarios. Esto motivó que la Mesa del Congreso acordará el 13 de diciembre de 2016 no aceptar la toma en consideración por el pleno de esta proposición de ley, según recordó el parlamentario del PNV Jon Aiartza. Por ello ahora en la proposición aprobada se establece que ese fondo irá con cargo a los Presupuestos que se aprueben al año siguiente de la ratificación de la ley.
En la exposición de motivos de la proposición de ley se recuerda que en España entre 1994 y 2008 ha habido 3.943 fallecimientos vinculados directamente al amianto y se añade que la previsión es que hasta 2023 siga aumentando el número de casos, aunque a partir de esa fecha se estabilizarán las cifras. Una vez aprobada esta proposición de ley se deberá nombrar a los parlamentarios delegados que la defenderán ante el Congreso.
Durante el debate del texto estuvieron presentes en la Cámara representantes de la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi, Asviamie. Su portavoz, Jon García, expresó su deseo de acudir junto a los parlamentarios vascos a defender en Madrid “en breve” esta iniciativa. También puso el acento en la actitud “vergonzosa” de los partidos que aquí aceptan el proyecto y que después en el Congreso “miran para otro lado”. “Les queremos poner ante el espejo de su propia contradicción. Están aquí aceptando una ley que luego sus compañeros en Madrid se olvidan de ella”, reflexionó. “A los a los afectados se nos está acabando la paciencia”, insistió, recordando que sólo se ésta reclamando algo que ya existe en otros países europeos. - Efe