bilbao - El número de compañías interesadas en comprar Vicrila se eleva a cinco, una más que la semana pasada. El Gobierno Vasco informó ayer al comité de que hay otro fondo de inversión, el segundo, que ha comunicado al juez concursal su intención de hacerse con la fábrica de Lamiako, aunque no ha trascendido su nombre. Por ahora ninguno de los cinco interesados ha puesto sobre la mesa una oferta concreta, lo que no ayuda a despejar la incertidumbre, como tampoco lo hace la aparición de un segundo grupo inversor ajeno al sector del vidrio.
El de ayer fue un día movido para la plantilla de Vicrila, que cuenta con 350 trabajadores. Por la mañana realizaron una concentración en Bilbao coincidiendo con la reunión entre el Departamento de Industria y el comité. Por la tarde acudieron al Pleno del Ayuntamiento de Leioa, en el que los grupos del consistorio mostraron su solidaridad y pidieron una solución para garantizar la continuidad de una de las empresas emblemáticas del municipio.
La compañía ubicada junto a la ría, con más de un siglo de historia, atraviesa un momento muy delicado a nivel financiero, lo que llevó a la dirección a solicitar en octubre la entrada en concurso de acreedores. Antes, en septiembre, el grupo francés ARC, que fabrica también vasos y vajillas, anunció que estaba interesado en recuperar el control de la compañía después de venderla en 2009.
Pero los meses pasan y nada se sabe de la empresa gala. La entrada en proceso concursal parece haber alejado la opción francesa mientras nuevos candidatos confirman su interés. La semana pasada, este diario adelantaba que a ARC ya se habían sumado tres empresas más, dos de ellas grupos ligados al sector de la fabricación de menaje de vidrio y la tercera un fondo de inversión. En los últimos días, además, se ha incorporado a la puja un quinto candidato, en este caso también un fondo ajeno a la actividad que viene desarrollándose históricamente en Vicrila.
El escenario, por tanto, vuelve a tomar un color gris ya que se confirman los temores iniciales del comité. Los sindicatos ya advertían de que, si no se cerraba pronto la operación con ARC, no tardarían en aparecer fondos buitre dispuestos a hacerse con los activos a bajo precio. La parte positiva es que entre los candidatos todavía son mayoría los inversores con perfil industrial y vinculados al negocio.
La ausencia de ofertas concretas preocupa a la plantilla y podría llevar al administrador concursal a fijar una fecha tope para acelerar el proceso. La realidad es que la incertidumbre se mantiene sobre los 350 trabajadores de Lamiako y sus familias, a los que se les deben nóminas de este año y aun desconocen si cobrarán la mensualidad de noviembre.
Según el administrador, para mediados de diciembre los problemas de tesorería harán inviable continuar con la actividad. Ese sería el peor de los escenarios, advierte el comité, puesto que dejar de trabajar, aunque sea temporalmente, podría suponer la puntilla definitiva. Los sindicatos pidieron ayer al Gobierno Vasco, que cuenta con el 8% de las acciones, apoyo económico para sortear el mal momento pero el departamento de Industria recordó que Europa podría imponer sanciones en caso de detectar ayudas que vulneren la libre competencia. El comité confía en tener noticias de alguno de los cinco candidatos los próximos días. - A. Legasa