MADRID. A pesar de que facilitan el acceso al mercado laboral y ofrecen cierta flexibilidad a trabajadores y empresarios, este tipo de empleos, especialmente cuando no son voluntarios, están peor retribuidos; implican menos derechos o incluso exclusión de la cobertura de Seguridad Social, del derecho a la libertad sindical y del derecho a la negociación colectiva; mayor inseguridad laboral, y menores probabibilidades de recibir formación, según el informe 'El empleo atípico en el mundo: retos y perspectivas" elaborado por la OIT.

En este sentido, la organización alerta de que en los países donde el empleo atípico está muy extendido, los trabajadores corren el riesgo de pasar de este tipo de empleo al desempleo. Además, denuncia que los trabajadores temporales pueden estar sujetos a desventajas salariales de hasta el 30% en comparación con los trabajadores permanentes que realizan trabajos similares.

En algunos casos, argumenta, hay evidencias de que los trabajadores con empleos atípicos tienen dificultades para ejercer sus derechos fundamentales en el trabajo o a tener acceso a las prestaciones de Seguridad Social y a la formación profesional. Al mismo tiempo, las tasas de accidentes laborales son más altas entre los trabajadores con empleos atípicos.

"Los beneficios a corto plazo, en términos de ganancias y flexibilidad, producto del uso de estas modalidades de empleo pueden ser contrarrestados por la pérdida de la productividad a largo plazo. Existen evidencias que las empresas que hacen un mayor uso de las formas atípicas de empleo tienden a invertir poco en la formación, tanto para los trabajadores temporales como para los permanentes, así como en tecnologías e innovación, que permiten aumentar la productividad", ha explicado Philippe Marcadent, jefe del servicio que ha realizado el informe.

Asimismo, el informe de la OIT constata que los trabajadores temporales y los que realizan trabajos para proyectos concretos (empleos a pedido) tienen mayores dificultades para acceder al crédito y a la vivienda.

La organización subraya que el crecimiento del empleo atípico en el mundo es el resultado de "múltiples fuerzas": la globalización, la mayor presencia de la mujer en el trabajo y las leyes, que en algunos casos han fomentado deliberada o involuntariamente el empleo atípico y en otros han dejado vacíos normativos que han favorecido su aparición.

ESPAÑA, LÍDER EN EMPLEO TEMPORAL

El informe identifica las principales tendencias en las modalidades atípicas de empleo. Una de ellas es el empleo temporal. Aunque la más de la mitad de las empresas en 150 países analizados declara no utilizar mano de obra temporal (incluida la gestionada a través de agencias), un pequeño subgrupo de empresas, el 7,2%, recurre de "manera intensiva" a trabajadores temporales, es decir, que el 50% o más de los trabajadores de su plantilla son temporales.

En media, la temporalidad alcanza en estos 150 países una tasa del 11%, pero este porcentaje varía mucho por países, con menos del 5% en Jordania, Letonia, Noruega y Sierra Leona y más del 25% en España, Mongolia y Perú.

En los países industrializados, la diversificación del trabajo a tiempo parcial en "muy pocas horas" o "trabajos a pedido", incluyendo los contratos de "cero horas" (sin un mínimo de horas garantizadas), presenta paralelismos con el trabajo ocasional que caracteriza a los países en desarrollo. Además, según la OIT, en los países asiáticos han aumentado diversas formas de trabajo subcontratado, externalizado o en régimen de sesión temporal.

RECOMENDACIONES DE LA OIT

La directora general adjunta de Políticas de la OIT, Deborah Greenfield, ha afirmado que los países deben garantizar que todos los empleos ofrezcan a los trabajadores una remuneración adecuada y estable, protección contra los riesgos profesionales, protección social y el derecho a organizarse y a negociar colectivamente, así como a conocer la identidad de los empleadores.

El informe propone cuatro recomendaciones políticas a fin de mejorar la calidad de las formas atípicas de empleo. En primer lugar, insta a salvar las lagunas normativas incluyendo políticas que garanticen la igualdad de trato para todos los trabajadores, sin importar el tipo de contrato, establecer un número de horas garantizadas, y limitar ciertos usos de formas de empleo atípicas a fin de evitar abusos.

En segundo lugar, la OIT llama a fortalecer la negociación colectiva dando capacidad de los sindicatos para representar a los trabajadores en formas de empleo atípicas y extendiendo los convenios colectivos para abarcar a todos los trabajadores de un sector o categoría específica.

En tercer lugar, la OIT emplaza a fortalecer la protección social del empleo atípico y, por último, pide adoptar políticas sociales y de empleo que apoyen la creación de puestos de trabajo y que concilien las necesidades de los trabajadores en materia de formación y de responsabilidades familiares, como el cuidado de los hijos y de las personas mayores.