bilbao - El sistema público de pensiones se debilita a marchas forzadas por el envejecimiento de la población. Cada vez hay menos trabajadores en activo por cada jubilado y además se acerca la ola de la robotización de la industria, que se percibe desde el mundo sindical como una amenaza para el empleo. En esa tesitura, la Unión General de Trabajadores propuso ayer que se busque una fórmula para que los empresarios paguen a la Seguridad Social por los robots que instalen en las fábricas y que la banca haga lo mismo por los cajeros.

El secretario confederal de Política Sindical de UGT, Gonzalo Pino, participó en unas jornadas sobre Los retos de la Industria 4.0 organizadas por su sindicato en Bilbao a través de la Fundación Juan de los Toyos. Pino destacó que la digitalización del tejido productivo permitirá a España ganar competitividad, pero ese proceso debe realizarse de forma que los excedentes de plantilla encuentren nuevas tareas dentro de la empresa.

Es una cuestión “clave” porque si la automatización conlleva un ajuste del empleo en el sector manufacturero, los ingresos de la Seguridad Social y las pensiones recibirán otro golpe. En cualquier caso serán necesarios menos trabajadores en la fábricas y se amortizarán puestos de personal que se jubile. Por ello, UGT plantea que las empresas “paguen por los robots”. “Los robots no pueden afiliarse a un sindicato, pero si pueden cotizar a la Seguridad Social”, aseguró.

El responsable de definir las líneas maestras de la negociación colectiva de UGT en el Estado recordó que los trabajadores del sector financiero ya han pasado el mal trago del cierre de oficinas generado por la digitalización de la banca y por ello extendió a los cajeros ese canon a la Seguridad Social. El sindicato considera que con medidas de ese tipo se podría corregir en parte el desajuste entre los ingresos y los gastos del sistema de pensiones y, al mismo tiempo, sería una fórmula para el “reparto de la renta”. Gonzalo Pino también se refirió al nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, que ha empezado con “muy mal pie” por la decisión de suprimir el Ministerio de Industria e incluirlo en la cartera de Luis de Guindos.

De momento en UGT están “a la espera” de que el Ejecutivo central y los empresarios respondan a su requerimiento de “abordar un cambio de modelo productivo para recuperar lo perdido en estos años de crisis”. A juicio de Pino, la nueva estructura económica debe tener como base una “industria que realmente genere empleo, estabilidad laboral y valor añadido”. Sin embargo, lamentó que en España “no haya una política de Gobierno orientada a que la tecnología penetre en las pymes”. El secretario de Política Sindical de UGT insistió también en la necesidad de “derogar” la reforma laboral, porque “no casa con el objetivo de ganar competitividad”.