vitoria - Las dos entidades financieras con mayor volumen de negocio en Euskadi, Kutxabank y Laboral Kutxa, lideran el descenso de la morosidad bancaria del Estado en lo que va de año. Partiendo de una posición más favorable debido a que tradicionalmente el vasco es un buen cliente y los impagos son menores, ambos bancos han conseguido recortar en más de un punto su tasa de mora desde enero.

Son datos que incluyen tanto los créditos de los hogares -hipotecas y consumo- como los préstamos que solicitan para su actividad las empresas, que son por lo general las que más problemas tienen para pagar aunque también las que tienen mayor margen para renegociar sus deudas. El buen tono de la cartera de riesgo de ambas entidades ensancha sus márgenes para facilitar financiación a las familias y las compañías.

En concreto, Kutxabank arrancó el año con una morosidad del 8,65% y se situó en septiembre en el 7,16%. En el caso de Laboral Kutxa, que todavía no ha presentado sus resultados del tercer trimestre, la evolución de la primera mitad del año apuntaba un ritmo muy similar y es la única entidad que opera exclusivamente en el mercado estatal con una tasa inferior al 7%. La cooperativa de crédito de la Corporación Mondragon tenía en junio una morosidad del 6,5% frente al 7,4% con el que cerró el ejercicio pasado.

media no oficial Utilizando los datos de ambos bancos como referencia de cara a fijar una tasa vasca de mora oficiosa, el porcentaje de créditos considerados de dudoso cobro rondaría el 7% en Euskadi. Casi 3 puntos menos que el 9,4% que asigna el Banco de España al conjunto del sistema financiero del Estado.

Se trata este último del nivel más bajo desde mayo de 2012, pero los últimos datos hechos públicos por el supervisor financiero revelan que los impagos superaban los 120.037 millones en España el pasado mes de agosto. Después de un 2015 muy positivo en relación a la bajada de la morosidad en el que se redujeron casi dos puntos y medio para situar la tasa de mora en el 10,12% en el Estado, la tendencia se ha ralentizado este año. No ha ocurrido lo mismo en Euskadi y, a falta de conocer el dato de Laboral Kutxa en el tercer trimestre, el banco de las tres antiguas cajas de ahorro saca de momento la mejor nota del curso. Kutxabank ha conseguido reducir su morosidad en 1,49 puntos entre enero y septiembre. Solo se acercan a ese ritmo Bankia, con un bajada del 1,3% y Banco Sabadell (1,19%), según los datos hechos públicos por las entidades en sus presentaciones de resultados la semana pasada.

Con todo, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri está lejos de los números de las entidades vascas y se sitúa justo en el media con un 9,5%. El Sabadell, que tiene también una fuerte implantación en Euskadi a través de la histórica red del Banco Guipuzcoano, ha situado su tasa de morosidad en el 6,6%. El banco catalán se beneficia de su fuerte implantación fuera de España para tener una de las moras más aseadas del sistema. Algo similar le ocurre a Caixabank, cuya morosidad se situó a finales de septiembre en el 7,1%, desde el 7,88% con el que acabó el pasado ejercicio.

El comportamiento de los dos grandes bancos, Santander y BBVA, es mucho más modesto a pesar de ser las entidades que más se benefician de tasas de mora bajas debido a su diversificación geográfica. Así, BBVA ha reducido su morosidad en apenas 0,3 puntos en lo que va de año y se sitúa en el 5,1%. Mientras que el Santander lo ha hecho en solo 0,21 puntos, hasta el 4,15%. La mayor caída de la morosidad de las entidades vascas sitúa a Euskadi cerca de la media europea. Cada banco central elabora sus propias estadísticas de posibles créditos fallidos y el BCE realiza una general tomando como referencia solo los 194 mayores bancos del continente. En función de ese análisis, la tasa europea es del 5,9% y solo es un punto más baja que la de las dos entidades con mayor actividad en Euskadi.

Esa clasificación de la gran banca rebaja al 6,8% la morosidad española y sitúa en el 3,2% la de Alemania. Los mejores pagadores son los suecos, cuyos bancos solo tienen un 1% de créditos de dudosos.

En el extremo opuesto y disparando la media, están Chipre (43,5%) y Grecia, donde la mitad de los créditos está en riesgo de caer en la cartera de fallidos.