BILBAO - El grupo financiero vasco Kutxabank ha alcanzado al cierre del tercer trimestre un beneficio neto de 190 millones de euros, un 20,7% más que el obtenido en idéntico periodo del pasado año. Estos resultados hay que valorarlos positivamente en un contexto de tipos de interés oficiales cero y en medio de un proceso de desapalancamiento notable de empresas y familias. Pero la nota a destacar es que mientras que en estos últimos ejercicios buena parte del beneficio llegaba de la mano de las participadas ahora es la mayor actividad comercial, con nuevos créditos hipotecarios y al consumo, la que está ayudando a mejorar los resultados.

En concreto, el grupo Kutxabank ha conseguido en los nueve primeros meses del año los citados un beneficio consolidado de 190,3 millones de euros, un 20,7% más con respecto al mismo periodo de 2015, y cerca de los 218,8 millones que ganó en el total del pasado ejercicio.

El crecimiento de la economía vasca en torno al 3% se está notando en la recuperación del crédito y la entidad financiera presidida por Gregorio Villalabeitia atribuye la mejora de resultados, fundamentalmente, al “notable crecimiento” de los préstamos hipotecarios, que subieron un 36%, y de los préstamos al consumo, con un alza del 28,6%, “reflejo de la mejora de la situación económica”. También ha ascendido significativamente, un 14%, la actividad aseguradora que realiza la heredera de las antiguas cajas de ahorros de la CAV.

Tambiéns es destacable que la filial andaluza, Cajasur, según va mejorando su balance crediticio incrementa su aportación a los resultados de Kutxabank hasta los 15,9 millones.

La mayor actividad de las empresas vascas se refleja también en las cuentas de Kutxabank que ha destinado en los nueve primeros meses de este año un total de 9.692 millones de euros a la financiación empresarial, cuyas necesidades se están acercando ya a niveles anteriores a la crisis económica aunque la fuerte competencia existente en el segmento de empresas ha estrechado los márgenes. En todo caso, la financiación de las inversiones productivas de las pymes ha crecido un 44%.

El margen de clientes bajó el 8,1% y la tasa de morosidad se situó en el 7,1% frente al 9,4% del sector.