bilbao - Una ocurrencia y una tomadura de pelo. Así calificaban ayer sindicatos y pensionistas el globo sonda lanzado el jueves por Fátima Báñez para “tranquilizar” a la opinión pública sobre el futuro de la Seguridad Social. La propuesta de la ministra de Empleo en funciones de compatibilizar el trabajo con el cobro de toda la pensión es “un intento de quitarse de encima su responsabilidad” de garantizar las pensiones, según Pentsionistak Martxan. Desde esta asociación se destaca que muchas personas llegan a la edad de jubilación sin las condiciones físicas necesarias para seguir en activo y se censura que la fórmula de Báñez “cierra el paso” al mundo laboral a los jóvenes.
Los sindicatos criticaron también el anuncio de la ministra y reprocharon al PP que intente “meter miedo” sobre la viabilidad del sistema. “La cuestión es la precariedad del empleo y los bajos salarios”, dijo Unai Sordo, líder de CCOO-Euskadi. “Lo que no cabe son artes de birlibirloque ni conejos de la chistera”, censuró el sindicalista bilbaíno. Desde ELA, Mikel Noval plantea que la medida “es muy grave”. “Quieren salarios y pensiones de miseria”, critica.
El jueves, Báñez avanzó que si el PP vuelve a gobernar la próxima legislatura permitirá compatibilizar un empleo con el cobro del 100% de la pensión -desde 2013 se puede trabajar y recibir hasta el 50% de la prestación-. “Vengo a traer tranquilidad”, señaló la titular de Empleo en funciones poco antes de proclamar su nueva medicina para sanear las cuentas de la Seguridad Social. Una receta conocida que prolonga el camino transitado con las últimas reformas del sistema, enfocadas a retrasar la edad de jubilación y a congelar las prestaciones para aligerar el gasto. Aunque, como remarcó Báñez, se trata de una opción voluntaria, la escasa cuantía de las pensiones puede forzar a estirar la vida laboral por pura necesidad.
“El 50% de los pensionistas de Euskadi cobra menos de 700 euros, cantidad que muchos tienen que compartir con familiares que están todavía peor”, se queja Mikel Argiñarena, portavoz de Pentsionistak Martxan. “Las pensiones son cada vez más irrelevantes y menos eficaces para ayudar a otros”, lamenta. Sobre el anuncio de Báñez, asegura que trabajar después de la edad legal de jubilación, que sube progresivamente hasta los 67 años en 2027 para quienes no hayan cotizado 38 años y medio, “no es ninguna solución” ni para los mayores ni para la viabilidad del sistema.
“La mayoría de la gente llega a esas edades muy justito de fuerzas. No llegan en condiciones de seguir trabajando”, expone el portavoz de la asociación vasca. “El derecho a una jubilación está basado en las aportaciones que, de media, se han hecho al sistema durante 41 años. Son años suficientes para tener una pensión digna”, reclama.
Argiñarena incide también en los efectos colaterales que puede tener esta medida sobre el mercado de trabajo y en especial sobre los jóvenes. “Si nosotros seguimos trabajando cerramos la puerta a un montón de personas. Desde luego esto es una tomadura de pelo. Si la caja no tiene dinero es por la situación laboral tan precaria que han creado ellos”, dice en referencia a las últimas reformas.
“agitando el miedo” Coincide con este último punto el secretario general de CCOO-Euskadi, que puso el foco en la caída de los sueldos y las cotizaciones sociales. “Llevan tiempo agitando el miedo sobre la viabilidad del sistema público de pensiones al tiempo que reducen los ingresos para sufragarlo”, dijo Sordo ayer. “Se vienen tomando medidas que reducen los ingresos que están destinados a pagar las pensiones. Hace falta un debate estratégico sobre cómo resituar el sistema de pensiones y no ocurrencias”, reprochó a Báñez.
También UGT calificó de “demagógica” la propuesta de la ministra incidiendo en que taponará la entrada de desempleados al mercado de trabajo. “Con un 21% de paro se pretende que trabajen más los que están en posición de salida del mercado laboral”, censuró esta central.
Noval, de ELA, indicó que el planteamiento del PP va en la misma línea de las últimas reformas. “Seguir retrasando la edad de jubilación y bajando el poder adquisitivo. Las pensiones tienen que garantizar una vida digna y esto va en la dirección contraria”, dice el sindicalista de ELA, que pide dar marcha atrás a las reformas laborales y de pensiones. “Vamos hacia el modelo alemán de minijobs con salarios y pensiones de miseria”, afirma.
La patronal vasca emplazó a conocer el cambio normativo y la regulación concreta de la medida antes de hacer valoraciones.