Gasteiz - El Gobierno y las diputaciones vascas constataron ayer que el incremento de la recaudación y la flexibilización del objetivo de déficit les permitirá cumplir este año con sus compromisos de gasto sin tener que hacer recortes. Las haciendas vascas ingresarán 13.025 millones de euros este ejercicio, un 3,26% más y, aunque no se alcanzará la meta fijada del 7%, las diputaciones forales estiman que ese dinero es suficiente para gestionar sus presupuestos sin sobresaltos. Por su parte, Lakua cuenta con el colchón de la ampliación del límite de déficit y podrá recurrir al endeudamiento y “compensar” el desfase de la recaudación respecto al objetivo.
Si se cumplen los cálculos realizados ayer en el Consejo Vasco de Finanzas, las administraciones de Euskadi se van a quedar 473 millones por debajo de su previsión de ingresos. Esa cifra coincide como una gota de agua -hay una diferencia de 48.500 euros- con la estimación de crecimiento de la recaudación de cara al próximo año. En esencia se repite el objetivo -13.498 millones- y en la práctica los presupuestos de las administraciones vascas tendrán en 2017 la misma base de ingresos que los de 2016.
El consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, reconoció que las Cuentas del Gobierno Vasco serán “muy moderadas”. Crecerán en torno a un 1,5%, pero si se elimina el impacto de la deuda pública, el impulso del gasto será de apenas un 0,5%. A efectos contables el Presupuesto global del Ejecutivo vasco estará congelado, aunque pueda variar el reparto del dinero para potenciar cuestiones como el estímulo de la economía y el empleo. También se garantizará la apuesta por el gasto social.
En principio, el Gabinete de Iñigo Urkulllu prorrogará sus Presupuestos y, cuando el actual lehendakari logre su investidura, su equipo confía en alcanzar un acuerdo que le permita aprobar nuevas Cuentas en el primer trimestre del año. El mensaje que puso ayer sobre la mesa el consejero de Hacienda anticipa que no habrá mucho margen para la negociación más allá de la redistribución de partidas.
Es una cuestión que aguarda a su resolución a la vuelta de la esquina. Antes de llegar a ese punto, las administraciones vascas todavía tienen que recorrer los tres meses que quedan hasta final de año y certificar que esta vez sí se cumplen los cálculos de octubre, algo que no ocurrió en 2015 por culpa del desplome del precio del petróleo y una modificación en el Impuesto de Sociedades realizada sobre la marcha por el PP en Madrid.
Son dos cuestiones que esta vez van a jugar a favor. El barril de crudo está en estos momentos en máximos de los últimos doces meses y el Gobierno de Rajoy acaba de dar marcha atrás y ha recuperado el mecanismo de los pagos a cuenta de las empresas. El IVA no sufrirá como lo hizo el año pasado por culpa del petróleo, mientras que se registrarán ingresos extraordinarios del Impuesto de Sociedades en octubre y diciembre. Con todo, las previsiones de cierre de este año son muy conservadoras y hasta es posible que se queden cortas. Lo que ya ha quedado fuera de toda duda es que sea necesario recurrir a los recortes para cuadrar los Presupuestos en curso. El ejercicio fiscal no ha tenido el color que se esperaba, pero el tono tampoco ha sido tan oscuro como se temió en abril.
crece la recaudación Las haciendas vascas recaudarán 13.025 millones de euros, 412 millones más que en 2015. El motor de ese crecimiento han sido el IRPF y el IVA, dos de los grandes termómetros de la economía por su exposición al empleo y al dinamismo del consumo, que crecerán en torno a un 4%. No ha funcionado en cambio como se esperaba el Impuesto de Sociedades, que sigue condicionado por las deducciones que realiza uno de los grandes contribuyentes vascos, Iberdrola, tras haberse acogido al programa de actualización de balances aprobado por el Gobierno central.
Ese efecto frena la recaudación empresarial en Bizkaia, que es de hecho el único territorio donde no crece el tributo de Sociedades. Además, los impuestos especiales de fabricación repuntan casi un 5% dando fe de la reactivación de la actividad productiva en las empresas.
La constatación de que la economía se ha recuperado y de que seguirá creciendo el próximo año hace más llevadero el desajuste de 473 millones que hay entre el objetivo y la recaudación final.
El consejero de Hacienda reconoció que es cierto que el Gobierno Vasco dispondrá de 324 millones menos de lo previsto. Sin embargo, la “relajación” de la senda de cumplimiento del déficit aprobada por Bruselas permitirá al Ejecutivo incrementar en 271 millones su capacidad de endeudamiento. Habrá que zurcir un descosido de 53 millones en el gasto, apenas un 0,5% del presupuesto, una cantidad que Gatzagaetxebarria considera “perfectamente gestionable” y que en ningún caso afectará a partidas relevantes.
“Recorte es reducir los servicios públicos o las partidas destinadas a generar empleo y actividad económica, y eso en Bizkaia no lo va a haber”, aseguró el diputado general vizcaino, Unai Rementeria, en la rueda de prensa posterior al Consejo.
Los máximos responsables de las otras dos diputaciones forales secundaron el mensaje. Y la prueba más palpable de que las administraciones vascas no tienen intención de reducir el gasto es el incremento de la dotación del Fondo Interinstitucional de Servicios Sociales, que dispondrá a partir de enero de 20 millones en lugar de los 14 millones actuales.