Gasteiz - El secretario general de ELA, Adolfo Txiki Muñoz, sostuvo ayer que los poderes político y económico quieren un sindicalismo “arrastrado y sumiso” y que por ello es “imprescindible” que las centrales tengan “autonomía financiera” para su funcionamiento. Muñoz clausuró así en Vitoria una jornada sobre la “estatalización de la negociación colectiva” en la que participaron un millar de delegados sindicales de ELA. Durante el acto, los asistentes guardaron un minuto de silencio por los trabajadores muertos en sus puestos laborales, el último de ellos la pasada madrugada tras sufrir un accidente en el puerto de Zierbena.

El líder de ELA fue muy crítico con el acuerdo firmado por el Gobierno Vasco, Confebask y los sindicatos UGT y CCOO el pasado 22 de julio que facilita, entre otras cosas, los convenios de eficacia limitada. Estos convenios permiten que los sindicatos minoritarios puedan llegar a acuerdos sobre los convenios con las empresas, a los que los trabajadores se pueden adherir voluntariamente. A juicio de Muñoz “nadie en cuarenta años se había atrevido a hacer algo así contra el sindicalismo de clase y abertzale” y “quieren hacer irrelevante la representación” que han dado los trabajadores a cada sindicato. “El Gobierno Vasco le dice a la patronal: elige a quien quieras, tenga la representación que tenga, y haz lo que te dé la gana”, sentenció.

Muñoz añadió que quienes quieren acabar con el sindicalismo reivindicativo pretenden hacer una “sociedad profundamente antidemocrática” e insistió en que la patronal siempre va a elegir para negociar al sindicato “más débil”. Así, denunció que se quiere “estigmatizar” a su sindicato por rechazar establecer “relaciones clientelares con el Gobierno”, ya que el Ejecutivo, dijo, “condiciona una interlocución normalizada a que cesen las críticas” hacia su gestión y modelo.

El secretario general de ELA aseguró que su sindicato va a seguir por este camino, mientras que otros cuando la patronal “logra todo lo que quiere, silban y confían en obtener financiación pública por su buen comportamiento”. A su juicio, lo único que queda de la Mesa de diálogo social es el debate sobre las “fuentes de financiación” de los sindicatos que participan en ella. “El objetivo de la mesa de diálogo social es conseguir una reivindicación sindical absolutamente disciplinada”, enfatizó. Por último, Muñoz acusó al Gobierno Vasco de mentir cuando “da a entender” que ELA se ha negado a suscribir un acuerdo interprofesional que proteja los convenios vascos, porque sabe que fue Confebask la que, “al menos en dos ocasiones, se negó a firmar ese acuerdo” y porque exigió “paz social” a cambio. Tras la asamblea, los delegados sindicales de ELA se manifestaron hasta las inmediaciones del Parlamento Vasco. - Efe