bilbao - El Gobierno y las tres diputaciones vascas analizarán este próximo viernes la evolución de la recaudación y fijarán las previsiones de cierre de 2016 y de ingresos de 2017. Darán de esta forma banderazo de salida al diseño de los presupuestos de las administraciones de Euskadi. Todas elaborarán sus partidas de gastos en función de la cifra mágica que supone el porcentaje de crecimiento de la recaudación el próximo año y se sabe que el listón no estará muy alto.
Aunque hasta la reunión del Consejo Vasco de Finanzas del viernes no se conocerá el dato y a que todavía habrá que esperar una semanas hasta que las administraciones redacten sus proyectos de presupuestos, la Diputación guipuzcoana ya ha avanzado que su gasto aumentará en torno a un 2% en 2017. Es un porcentaje moderado que responde a dos cuestiones muy concretas. Primero a que este año no se van a cumplir las previsiones de recaudación y segundo a que todo apunta a que la economía se ralentizará el próximo año.
Son aspectos que afectarán también al resto de administraciones por lo que el crecimiento del presupuesto de los diferentes gobiernos de la Comunidad Vasca se moverá en parámetros similares a los que ya ha señalado Gipuzkoa. Con todo, elaborar previsiones se ha convertido en un ejercicio de alto riesgo por cuestiones como el precio del petróleo, que sin ir más lejos hizo descarrilar el año pasado las estimaciones añadiendo mucha tensión a la gestión del gasto en las diputaciones y el Gobierno Vasco.
Hasta diciembre no se conocerá el tamaño real de la desviación de este ejercicio. De momento, entre enero y agosto se ha recaudado un 4,4% menos de lo previsto, pero Lakua y los ejecutivos forales tomaron la decisión de aparcar proyectos que no son prioritarios y centrarse en los servicios esenciales -gasto social y reactivación económica- en abril, cuando el desajuste era mucho mayor e incluso se temía una caída de la recaudación. Al final, será el mal menor. Las haciendas vascas ingresarán menos de lo esperado, aunque más que en 2015 con lo que las administraciones confían en cerrar sus presupuestos sin sobresaltos, sin necesidad de recortar el gasto en las cuestiones básicas.
De hecho, la cotización del barril de crudo tuvo el año pasado un efecto devastador en la recaudación de Bizkaia del último trimestre. El petróleo Brent cerró ayer en su máximo del año, por encima de los 53 dólares, y duplica en estos momentos los precios de octubre del año pasado. Aunque no mucho, hay margen para acercarse algo más al objetivo de incremento de la recaudación (7%). En cualquier caso, se intuye que el Consejo de Finanzas será muy conservador en sus cálculos el viernes. La maquinaria presupuestaria se pondrá en marcha entonces y la Diputación de Bizkaia ya ha convocado la próxima semana el Consejo Territorial de Finanzas para definir con los ayuntamientos el escenario de financiación de 2017 y hacer una primera toma de contacto sobre la liquidación de este año, en el que los municipios tendrán que devolver parte del dinero adelantado por la Diputación al no alcanzarse la previsión. El Gobierno vasco, pendiente de su constitución, prorrogará los presupuestos de 2016 y prevé redactar unos nuevos en el primer trimestre de 2017. - A.D.M.