vitoria - La sección de ELA en la fábrica alavesa de Mercedes denunció ayer que la multinacional “abusa” de los contratos temporales a pesar de que año tras año mejora sus resultados. Según el sindicato, en la factoría de Gasteiz trabajan en la actualidad unos 2.000 eventuales -la plantilla actual supera las 5.000 personas- cubriendo puestos “estructurales”, por lo que según la central podría haber fraude de ley. ELA denunció esta situación a la Inspección de Trabajo hace tres meses pero a día de hoy “no ha movido un dedo”, censura.
Se trata de uno de los pilares de la industria vasca, tanto por número de trabajadores como por el efecto tractor que ejerce sobre firmas más pequeñas -genera el 3% del PIB de la CAV-. En línea con la buena salud del sector, los números de la planta alavesa mejoran año tras año con un beneficio acumulado en tres años de 182 millones de euros. De hecho, la factoría acaba de recuperar el tercer turno de noche y prevé batir su récord de producción de 2008.
Pero, según ELA, esta dinámica contrasta con el descenso del gasto en personal, que suponía en 2015 el 5,5% mientras en 2013 era el 8,7%. En este sentido, el sindicato denunció que se están utilizando dobles y triples escalas salariales con diferencias de hasta 400 euros mensuales, con jornadas de más de 12 horas. Además, critica que la empresa está utilizando una bolsa de trabajo de forma que “cuando a unos se les acaba el contrato entran otros, cubriendo puestos de trabajo estructurales”. “En teoría no se puede despedir a un trabajador temporal y coger a otro para ocupar su lugar. El puesto trabajo sigue existiendo. No hablamos de un trabajador ni de dos”, dice Igor Guevara, presidente del comité por parte de ELA.
El sindicato explica que hace tres meses llevó a la inspección de trabajo de Euskadi esta denuncia junto a LAB y ESK al entender que puede haber fraude de ley, pero no han obtenido respuesta, por lo que afirma que hay “connivencia entre el Gobierno Vasco y la multinacional alemana para no abordar el abuso de la eventualidad”. La central ha solicitado una reunión al jefe territorial de la Inspección de Trabajo, Ricardo Mínguez, para tratar la cuestión.
Por otro lado, ELA ha solicitado reabrir la mesa de negociación del convenio para que todos los sindicatos den su punto de vista. Antes del verano, CCOO rompió su alianza en la fábrica con UGT permitiendo que el propio Guevara se hiciera con la presidencia del comité. En todo caso, la situación sigue bloqueada ya que, según ELA, “la empresa no reconoce” esta nueva mayoría.