BILBAO - La cadena propietaria de la tienda de electrodomésticos Miró en el Megapark de Barakaldo ha iniciado los trámites para liquidar la compañía y ya ha anunciado a sus empleados que aplicará un ERE de despido para toda la plantilla. Solo se salvará el personal que trabaje en las tiendas que pueda vender y que sigan en funcionamiento. La compañía ya había tomado la decisión de cerrar el único establecimiento que conservaba en Bizkaia, pero, tras varios intentos de reflotar el grupo, el tercer concurso de acreedores se percibe como la losa definitiva para toda la cadena de electrodomésticos catalana.
En principio, se iniciará un procedimiento de despido colectivo que afectará, a los 339 empleados, aunque Miró espera poder reducir este número si consigue vender algunas de sus tiendas.
El director de la cadena, Matteo Buzzi, ha enviado recientemente una carta al comité de empresa de la sede central, situada en Martorell, en la que asegura que existen “causas suficientes” para llevar a cabo este despido colectivo aduciendo razones económicas, técnicas, organizativas o de producción, en el marco del proceso de concurso presentado.
En la misiva que publicó ayer la web Economía Digital, Buzzi, señala que confía en alcanzar acuerdos para que algunas de las tiendas sean adquiridas por terceros, lo que facilitaría que parte de la plantilla pueda ser traspasada y no verse afectada por los despidos. El fondo suizo Springwater, propietario de Miró, no ha sido capaz de reflotar la compañía y presentó a principios de agosto en los juzgados de Barcelona el concurso de acreedores de Kabaena Directorship, la sociedad a través de la cual controla la cadena de electrodomésticos.
tercer concurso de acreedores Es la tercera declaración de quiebra del grupo en cinco años, la que parece definitiva. Kabaena se adjudicó la unidad productiva de Miró en subasta a finales de 2014, después de que la empresa catalana suspendiera pagos en el año 2011 y entrara finalmente en liquidación tres años después.
La compañía presenta el tercer concurso tan solo dos meses después de que la nueva dirección cerrara un acuerdo con los sindicatos para la aplicación de un expediente de regulación de empleo que afectaba a 119 de sus trabajadores.
Springwater pagó tres millones de euros para hacerse con Miró y se comprometió a inyectar en la compañía los recursos necesarios para sacarla a flote. El objetivo era centrarse en sacar adelante el negocio en Catalunya y Baleares tras prescindir de las tiendas del resto del Estado. No ha sido posible. Bajo la marca de la histórica cadena de electrodomésticos vizcaina Bermúdez, Grupo Miró llegó a tener cuatro tiendas en Euskadi: Galdakao, Gasteiz, Max Center y Megapark. - DNA