BILBAO- La jornada laboral pactada en los diferentes convenios colectivos de los trabajadores vascos se mantiene más o menos estable, pero la realidad es que los vascos pasan menos tiempo trabajando que hace dos años. Descontando el efecto de los contratos a tiempo parcial, la jornada laboral completa efectiva se reduce más de 22 horas al mes desde 2014, lo que supone casi dos horas menos a la semana.

El tiempo de trabajo real de los asalariados vascos con contrato laboral de jornada completa vuelve así a unos parámetros similares a los del año 2008 después del incremento producido durante la crisis económica entre otros motivos, por el menor número de permisos y de bajas temporales dispuestos por el colectivo laboral.

La Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Nafarroa siguen contando con la jornada laboral más corta del Estado español. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), empresarios y trabajadores vascos han pactado una jornada laboral anual de 1.676 horas anuales en el primer trimestre de este año, similar a ejercicios anteriores. Son 494 horas en un trimestre, de las que realmente se trabajan de media 373,8 horas, una cifra condicionada por el empuje de la contratación a tiempo parcial.

Si se toman como referencia únicamente los asalariados con contrato a jornada completa, en la Comunidad Autónoma Vasca se trabajaron de media 421,5 horas en el primer trimestre del año, que equivale a poco más de 35 horas laborales a la semana.

El tiempo efectivo de trabajo de las personas asalariadas con contrato de jornada completa ha bajado en los últimos dos años en la Comunidad Autónoma Vasca, ya que en el primer trimestre de 2014 trabajaron 444 horas, 37 a la semana. La jornada laboral completa efectiva vuelve a reducirse así tras el incremento producido durante la crisis, de forma que se acomoda en niveles similares a los de 2008.

El INE enumera varios factores que explican que el tiempo real de trabajo sea inferior al acordado en el convenio colectivo, aunque no todos están detrás del descenso producido en los últimos dos años.

Horas perdidas Las horas perdidas pueden tener como origen una huelga en la empresa, pero en este caso se trata de horas no pagadas, que apenas sufren variación. Tampoco las medidas de suspensión y reducción de jornada laboral son la causa del recorte de horas de trabajo, ya que la afección de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) se está reduciendo en los últimos ejercicios económicos.

Quedan por tanto como principales factores que acortan la jornada de trabajo efectiva los días de baja por incapacidad temporal, los días de permiso, las horas de representación sindical y las horas perdidas por razones ajenas al trabajador, como la falta de maquinaria o de materia prima en la empresa en cuestión.

Sobre todo parece que son los dos primeros, las bajas temporales y los permisos, los que están influyendo en la dinámica a la baja de los dos últimos años. Tras los peores años de la crisis económica, en los que los trabajadores hacían todo lo posible por no faltar al trabajo incluso estando enfermos, tal y como han denunciado los sindicatos más de una vez, las nuevas expectativas económicas podrían estar dando la vuelta a esta situación.

Según el citado Instituto Nacional de Estadística, la jornada completa efectiva regresa en Euskadi otra vez al volumen de 2008, en el entorno de las 35 horas semanales, después de haber alcanzado techo en 2011 y en 2014 con 37 horas a la semana.

Tomando en consideración también el empleo parcial, la jornada laboral efectiva baja con fuerza en relación a 2008 pasando de 391 horas en el primer trimestre de ese año -32,5 horas a la semana-, a 374 en 2016 -31,1 horas semanales-, ante el empuje de este modelo de contrato sobre todo en el sector servicios.

Género. Los contratos suscritos por mujeres tuvieron una proporción mayor que los hombres en los de menor duración (49,8% en las mujeres y 48,5% en hombres).

49%

Este porcentaje de contratos en la CAV en 2015 duró menos de 30 días.