gasteiz - El fundador de Epsilon Euskadi, Joan Villadelprat, declaró ayer que la venta de la rama de competición de Epsilon a Epic Racing después de haber entrado en concurso de acreedores se hizo “con el convencimiento” del Gobierno Vasco, Parque Tecnológico de Araba, Kutxa y Caja Vital, todos ellos acreedores, a quienes se notificó la venta “sin que nadie dijera nada”. “Al contrario, creíamos todos que era la opción mejor”, afirmó Villadelprat ante el juez.

El juicio por el denominado caso Epsilon arrancó ayer en la Audiencia Provincial de Araba con el interrogatorio a Villadelprat y a su socio y director financiero de Epsilon Euskadi Mark Payne, quienes se enfrentan a ocho años de prisión por un delito societario y de insolvencia punible. La Fiscalía acusa a Villadelprat y Payne de crear la sociedad Epic Racing para poder transferirle los activos más valiosos de Epsilon, dos semanas después de haber comunicado al juzgado de lo mercantil la situación de insolvencia en la que se encontraba la compañía, con deudas y reclamaciones. El fiscal cree que al vender a Epic Racing la escudería de carreras de Epsilon Eukadi por 200.000 euros, un 20% de su valor de tasación, se trató de esconder a los acreedores los activos de la empresa.

Esta operación ya fue juzgada por la vía mercantil en el año 2013 cuando la jueza consideró probado que la venta de la rama de competición de Epsilon a Epic Racing fue perjudicial para los acreedores, y sancionó a Villadelprat con una inhabilitación de tres años y la obligación de devolver 900.000 euros a la caja de la compañía para repartirlos entre los acreedores, principalmente administraciones que destinaron 48 millones de euros en subvenciones.

Tras recordar que el proyecto Epsilon Euskadi estaba basado en “cuatro patas”, Villadelprat reconoció que los ingresos “más importantes” de la empresa inicialmente provenían del proyecto deportivo, de sus patrocinios. “La parte importante financieramente hablando eran las carreras pero el foco se estaba trasladando a otras ramas en las que creíamos que había más mercado”, dijo.

El fundador de Epsilon explicó que en 2009 no recibieron el apoyo financiero del Ministerio de Industria para terminar las obras de la firma en el parque tecnológico de Miñano y aseguró que fue el Gobierno Vasco quien decidió terminar la obra pidiendo el dinero a Kutxa y Vital. “El agujero financiero se abre al hacer la infraestructura, no es en las actividades”.

“por su cuenta” Explicó que solicitaron 8 millones a cada entidad de ahorro con una garantía hipotecaria que consideraron “insuficiente” por lo que el Ejecutivo vasco presidido por Patxi López autorizó una garantía “por su cuenta”. “Esto lo supe cuando fui a renovar los créditos y me dijeron que no había problema en pasar a dos años”, explicó. Y señaló que fue al cambiar el Gobierno de signo político, ya con el PNV, cuando “ven esto mal hecho y es cuando explota todo”.

Asimismo, desmintió que Epsilon Euskadi se convirtiera en Epic Racing y explicó que esta segunda empresa es un proyecto presentado por los propios trabajadores de Epsilon. Villadelprat explicó que en una reunión con Kutxa y Vital en 2011 les planteó esta posibilidad de vender la parte deportiva de Epsilon Euskadi a Epic Racing y luego al propio Gobierno Vasco y al Parque Tecnológico de Álava, operación que se hace “con el convencimiento de todos”. - DNA