BILBAO - Los empresarios vascos confían en que la “desconexión” de la Unión Europa del Reino Unido se haga de manera “ordenada y pacífica”, de modo que se “salvaguarden los intereses económicos de ambas partes”. Además, consideran que Bruselas debe aprovechar la reorganización interna que tendrá que acometer para “apostar decididamente por la industria” y por potenciar su competitividad.

Son reflexiones del director general de Confebask, Eduardo Arechaga, que reconoce “preocupación” por las consecuencias de la decisión mayoritaria de los británicos, un escenario inédito para el que “no hay libro de instrucciones”.

La economía vasca puede verse afectada por el portazo británico. Cada año se exportan mercancías vascas a Gran Bretaña por valor de en tornno a 1.200 millones de euros. El año pasado se batió el récord de ventas, con 1.431 millones y los números de este 2016 en los cuatro primeros meses eran muy similares a los de 2015.

Por ello, el pasado viernes, tras conocerse el resultado del referéndumo, varios empresarios se pusieron en contacto con Confebask para intentar resolver dudas que a día de hoy no tienen respuesta.

En declaraciones a DNA, Arechaga pide a Europea que “apueste decidididamente por el crecimiento de la economía y sobre todo por el crecimiento industrial”. En ese ámbito hay dos cuestiones sobre las que es posible actuar ya sin necesidad de esperar a ver cómo acaba el Brexit.

Por un lado es necesario bajar los costes de la energía para reducir los gastos de producción de las fábricas y hacerlas más competitivas. Además, Confebask reclama “una reglamentación menos extensa” que permita “simplificar administrativamente” la actividad empresarial. Con esos dos pasos se contribuiría a reforzar el tejido industrial y a relanzar la economía.

Los empresarios vascos están dispuestos a trabajar, “en la medida de sus posibilidades”, para que la salida de Reino Unido de la UE tenga el “menor impacto posible” en las empresas vascas y se compromenten a “velar por los intereses económicos y la competitividad” del tejido económico vasco.

“Va a cambiar el horizonte n el que se realizan las transacciones comerciales, pero el resultado va a depender de la desconexión política. Los empresarios, como las personas, estamos al albur de los acuerdos de circulación entre países más allá de la desconexión económica. A nivel empresarial, tanto las empresas vascas como las británicas están a la espera de saber como va a ser la desconexión económica y en función de como sea quedaremos igual, mal o muy mal. Mejor seguro que no quedamos”, lamenta Arechaga.

De momento todo son incógnitas, pero en el mundo empresarial existe un convencimiento más o menos generalizado en torno a que “nadie se va a volver loco”. Las compañías de ambos países “desde luego no están por la labor de romper lazos comerciales” y se percibe que en el ámbito político tampoco hay interés por “una ruptura brusca”.

Además, el hecho de que la desconexión no vaya a ser inmediata -se habla de un plazo de dos años como mínimo- aplaza el posible impacto en la economía vasca. Confebask no tiene previsto por ello modificar sus prevision de crecimiento para Euskadi.

nuevas reglas de juego El caso es que tarde o temprano las reglas de juego van a cambiar y con ello se modifica el ecosistema donde desarrollan su actividad las empresa. “Si estás jugando al fútbol y de repente te dicen que tienes que jugar a fútbol siete, te sobran cuatro jugadores”, sostiene Arechaga.

Lo más desconcertante es que a día de hoy nadie sabe como va a quedar definido el terreno de juego: “Va a haber un periodo de tránsito, que va a ser un periodo de incertidumbre, mientras se resuelve todo y no se tomarán grandes decisiones empresariales hasta que no esté ya elaborado el traje nuevo”

Con todo el mayor problema lo tienen las empresas británicas, porque en el peor de los casos, que se compliquen y encarezcan las ventas a Reino Unido, las compañías vascas se verán obligadas a buscar nuevos mercados. En cambio, a día de hoy las empresas inglesas no saben si van a poder mantener sus inversiones, si sus exportaciones a un mercado tan importante como la Unión Europea van a tener aranceles, si la libra se va a desplomar o si la economía de su país va a entrar en recesión. Demasiadas incógnitas.

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millones de euros es el valor conjunto de las mercancías que han vendido las empresas vascas al Reino Unido entre enero y abril de este año.Importaciones. Euskadi ha importado bienes por valor de 201,5 millones en lo que va de año. Son 89 millones menos que el ejercicio pasado.