Vitoria, 9 jun (EFE).- La economía sumergida se sitúa en Euskadi entre el 17 y el 17,4 % del PIB, 5 puntos porcentuales menos que en España, y supone una merma para las arcas públicas vascas de 2.320 millones anuales.

Ésta es una de las conclusiones de un informe elaborado por el Instituto de Economía Pública de la UPV/EHU que hoy ha hecho público el Gobierno Vasco y que señala que el nivel de la economía sumergida en Euskadi es similar a la media de Europa.

Los autores del informe, Ignacio Zubiri, Javier Fernández-Macho y Carmen Galalstegui, consideran que el menor fraude en Euskadi en comparación con España se debe al mayor peso de la industria, donde es menos habitual el fraude en la contratación; a que los territorios son pequeños y por tanto más fáciles de supervisar, y a que las autoridades fiscales tienen una actuación "más eficaz".

Este informe calcula el fraude derivado de la economía sumergida, pero deja fuera otros asociados a la "ingeniería fiscal", a "deslocalizaciones ficticias de beneficios" y rentas en el exterior no declaradas, incluidas las de paraísos fiscales, entre otras cuestiones.

Por ello, los autores alertan de que el nivel "real" de fraude es mayor que el asociado únicamente a la economía sumergida.

Ésta tiene un impacto real en la recaudación de impuestos que alcanza los 3.700 millones al año, entre los gravámenes que van para las arcas del Estado y para las haciendas forales, que gestionan el 60 % de estos impuestos (IRPF, IVA, Sociedades...) y son, por tanto, las más castigadas al dejar de ingresar 2.320 millones cada año.

En el caso de las empresas, el fraude se sitúa por debajo del 8 %, según el informe, que identifica como los sectores más defraudadores a la hostelería, la construcción y el transporte, aunque también cita a la educación privada.

En el caso de la industria el porcentaje es menor, del 7,3 %, pero dado a que se trata de un sector de "gran peso" en la economía vasca, reducirlo "sería importante". Se advierte en este sentido de que "buena parte" de ese fraude se comete en pymes "que actúan en sectores poco regulados".

El estudio también indica que el empleo oculto en el País Vasco está "significativamente" por debajo del de España, aunque la diferencia oscila entre un 20 y un 55 % menos en función del indicador que se utilice.

En Euskadi entre 2012-2014 se detectó empleo irregular en el 19,6 % de las inspecciones de trabajo. Ese empleo oculto se localizó fundamentalmente en hostelería, servicios profesionales y comercio, que concentraron el 55 % de los casos.

La industria, la construcción y el transporte son por contra sectores con un nivel bajo de empleo oculto. En el caso de la agricultura el porcentaje de empleo oculto es muy alto el 41 %, aunque se trata de un sector pequeño. También en el comercio la tasa de empleo irregular ronda esa cifra.

Entre sus recomendaciones los expertos abogan por desarrollar una metodología para evaluar anualmente la eficiencia de las haciendas forales en la lucha contra el fraude, ya que ahora se mide esta eficacia a largo plazo, pero no a corto. También se recomienda incluir en estas mediciones el fraude cometido mediante ingeniería fiscal y la ocultación de rentas en el exterior, así como la creación de un Observatorio del Fraude "independiente de las administraciones públicas".

Tras divulgarse este informe, el consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, ha considerado que aporta "datos positivos" porque valora el trabajo de las instituciones vascas en la lucha contra el fraude y, además, éste es menor que en otras comunidades gracias al mayor peso de la industria. EFE