bilbao - El plan de Arcelor Mittal para la reapertura parcial de la ACB ha sembrado la división en la plantilla porque no garantiza la viabilidad a largo plazo de la acería. Es una cuestión que también alimenta dudas en el Gobierno Vasco y que para Bizkaia supone un muro infranqueable. La Diputación rechazó ayer la propuesta de ArcelorMittal y como alternativa planteó un plan industrial para cinco años con el objetivo de especializar a la planta de Sestao en la producción de aceros especiales.

El diputado general, Unai Rementeria, y los diputados Imanol Pradales y Teresa Laespada se reunieron ayer con el comité de la ACB y les trasladaron su planteamiento. El Ejecutivo foral pone sobre la mesa un plan hasta 2020 que acabaría con la ACB fabricando 850.000 toneladas anuales de aceros de alto valor añadido, en lugar de las bobinas calientes actuales.

De entrada, apuesta por producir 20.000 toneladas mensuales de bobina -cuyo precio ha subido un 40% durante este año, según la Diputación- para los clientes locales “tradicionales”, como Condesa, junto a 12.000 toneladas de acero con alta aleación de carbono, 15.000 toneladas de aceros desgasificados y 25.000 toneladas de acero de alta calidad para automoción. Durante los siguientes años se avanzaría en la especialización en el mundo del coche para acabar con un mínimo de 300.000 toneladas anuales de aceros de alto valor.

La Diputación afirmó que la ACB, además de su importancia para Bizkaia como empresa tractora y generadora de empleo indirecto, es una factoría “competitiva y flexible” que tiene capacidad para orientarse a la producción de aceros de alto valor añadido como el acero ultrafino, con alta concentración de carbono, desgasificado de alta pureza o el decapado de acero plano. Además de la innovación en la cartera de productos, la Diputación también propone ahorrar en costes con mejoras sobre el consumo de energía, el rendimiento de la chatarra, los fundentes y aleaciones o en las coladas. - DNA