bilbao - Iberdrola dio ayer un primer paso para recuperar las pérdidas derivadas de su participación en la salida a Bolsa de Bankia que podría generar un efecto cascada entre los grandes inversores que acudieron a la OPV. La eléctrica vasca ha presentado una demanda contra el banco en la que le exige el pago de 12,4 millones de euros, la cantidad que perdió al comprar acciones de la entidad financiera, que llamó a la puerta del mercado con unos beneficios de 309 millones pero que ocultaba en realidad un agujero de casi 3.000 millones.

El Tribunal Supremo anuló a principios de este año la compra de acciones por parte de los inversores minoristas por el maquillaje de las cuentas, reflejado en el folleto de la OPV. Sin embargo, estimó que los inversores institucionales -las empresas- tenían más recursos para haber detectado el engaño. La decisión generó polémica y varios accionistas institucionales han presentado demandas los últimos meses. Las sentencias en primera instancia hechas públicas hasta ahora les están dando la razón y eso ha podido animar a Iberdrola a presentar su propia querella, la primera de los grandes inversores. La compañía que preside Ignacio Galán invirtió 70 millones en Bankia, pero la lista es muy amplia y los afectados suman 1.230 millones. Algunas de esas compañías aseguran que perdieron hasta el 80% de la inversión y si Iberdrola tiene éxito buscarán la misma suerte en los tribunales.

Será previsiblemente el Supremo de nuevo el encargado de decidir. Los grandes inversores estiman que el nudo es si hubo engaño o no en el folleto de la Oferta Pública de Venta. Una cuestión que Bankia admitió tras el relevo de Rodrigo Rato, cuando el nuevo equipo directivo reformuló las cuentas maquilladas, y que también ha reconocido al dar por zanjado el frente abierto con los minoristas y devolverles el dinero invertido.

nivel de conocimiento Iberdrola no pide el reintegro de todo el dinero porque se deshizo de las acciones en cuanto pudo, eso sí, a un precio inferior al de compra, lo que generó unas pérdidas que busca recuperar. Cada caso es diferente y la sentencia del Supremo que anuló el tramo minorista así lo deja entrever distinguiendo entre inversores cualificados con conocimientos suficiente para no caer en el engaño -algunos de ellos tenían información de primera mano al ser ya accionistas de Bankia- y los que siguieron los consejos de asesores financieros y personal del banco con la única documentación del folleto fraudulento.

Además, de forma más o menos explícita, algunas de las empresas que se vieron atrapadas en la salida a bolsa de la antigua caja de ahorros de Madrid han criticado las presiones políticas que sufrieron para comprar acciones -entonces gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero, pero el PP, al parecer, también fue muy activo-, así como el papel que jugó Rodrigo Rato, que personalmente llamó a varios capitanes de empresa para convencerles de que participaran.

El pasado febrero, el máximo inversor en Bankia con 160 millones, Mapfre, aseguró que no descartaba reclamar por su inversión realizada en la salida a Bolsa de Bankia en 2011. Por su parte, Mutua Madrileña (30 millones) ha cerrado la puerta recientemente a demandar a la entidad financiera, pese a que “no comparte” el criterio del Tribunal Supremo.

1.237

millones de euros invirtieron los inversores institucionales -empresas- en Bankia en su salida a Bolsa. Algunos de ellos afirman haber perdido el 80% de su inversión.

Empresas en la OPV de Bankia

(millones de euros)

Mapfre160

Banco Santander156

Caixabank100

Barclays85

Iberdrola70

Acciona30

Telefónica25

La lista de los inversores institucionales de Bankia ronda las 250 empresas, que invirtieron desde 2.963 euros hasta 160 millones.