BARCELONA - El consejero financiero y director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del Fondo Monetario Internacional (FMI), José Viñals, alertó ayer de que en el área del euro hay “demasiados bancos y demasiado débiles”, dado que un 30% de los activos (al menos 10 billones de euros) son de bancos que deben acometer “ajustes muy difíciles en su modelo de negocio” y sugirió optar por las fusiones.
Viñals aseguró que en Europa debe reducirse el número de jugadores bancarios “en procesos de consolidación preferiblemente transfronterizos” e incluso mediante procesos de resolución. Asimismo, indicó que no se trata de un problema únicamente europeo, ya que, según un estudio del FMI, en las economías avanzadas un 40% de la banca debe adecuarse para lograr rentabilidades suficientes y en un 15% “la viabilidad está en riesgo”.
A pesar de todo, el consejero financiero reconoció que el sistema bancario internacional está en una situación mucho mejor que hace unos años en solvencia y liquidez, pero advirtió de que los riesgos para la estabilidad financiera no solo no han disminuido, sino que han aumentado por “las incertidumbres económicas, la incertidumbre sobre las políticas económicas y las incertidumbres políticas y geopolíticas”.
Así, habló de algunas “transiciones” actuales a tener en cuenta. Entre ellas, la de los precios del petróleo, la economía China en desaceleración, las políticas monetarias, el comportamiento económico débil de la UE y Japón, la adaptación del sector financiero a la revolución tecnológica y las transiciones políticas, que tienen que ver con algunos procesos de consulta.
Entre estos últimos, Viñals mencionó el referéndum británico y el calendario electoral internacional este año y el próximo. Además, como aspectos añadidos a tener en cuenta puso de relieve otros retos geopolíticos ligados a los refugiados y los riesgos para la seguridad que suponen las amenazas terroristas.
recuperación económica Según el miembro del FMI, todas estas transiciones son muy importantes porque inciden en la confianza, que no ve todavía suficientemente sólida y eso está influyendo en la recuperación económica, que es “modesta, desigual y sujeta a riesgos considerables a la baja”.
También explicó que la economía internacional corre el peligro de caer en tasas de crecimiento muy mediocres, y eso “es un coste que los ciudadanos no se pueden permitir tras la mayor crisis económica vivida en casi un siglo”.
“Las políticas económicas tienen que actuar. Las políticas monetarias llevan todo el peso, mientras que las de reformas estructurales, fiscales y financieras no están haciendo lo suficiente; deben hacerlo para mejorar el crecimiento económico y la creación de empleo de calidad”, dijo. - E.P.