BILBAO - La crisis de la Acería Compacta de Bizkaia arrancará hoy la semana con la primera de las citas clave que le depara el calendario. Una delegación institucional encabezada por la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, se reunirá esta mañana en Madrid con la cúpula en Europa de Arcelor Mittal.
Tras la presentación del controvertido plan para reabrir la acería sólo en fin de semana, ese encuentro, previsto iniciamente para analizar la situación de la fábrica de Zumarraga, se plantea desde Euskadi como piedra de toque de las intenciones reales de la multinacional, que lleva varios meses jugando una partida desconcertante. Ocultando información, tomando decisiones muy drásticas sin cumplir con las normas protocolarias de informar con antelación a los trabajadores y a la administración y deshechando bazas para luego recuperarlas a pesar de su limitado recorrido.
Esa forma de jugar sus cartas ha aumentado la desconfianza de la plantilla y del propio Gobierno Vasco, que sigue sin tener toda la información necesaria para establecer una línea de trabajo eficaz. Hasta el punto de que Arantxa Tapia reconoció el pasado viernes que la planta sestaoarra afronta una semana “crítica”, que, para bien o para mal, puede marcar el rumbo a la ACB.
Gran parte del futuro se juega esta misma mañana en la reunión entre las administraciones vascas y la multinacional. Leyendo entrelíneas dice mucho el hecho de que la cita se celebre en Madrid. Arcelor Mittal parece haber dejado en un segundo plano a Euskadi y ni siquiera ha concedido el gesto de desplazar a una delegación a Gasteiz.
La planta de Zumarraga está cerrada a efectos prácticos -solo trabajan ya ocho personas procesando chatarra- y en el caso de Sestao, que acumula ya más de tres meses sin actividad de forma “temporal e indefinida”, los trabajadores temen que se esté avanzando hacia ese escenario. Todo apunta a que, en el mejor de los casos, la Acería Compacta transita por el camino que lleva a un drástico ajuste de la plantilla y de los salarios de los trabajadores que queden y a la práctica desaparición de la industria auxiliar.
recorte de plantilla Crece entre los empleados de la planta de Sestao la sensación de que detrás la propuesta de trabajar los fines de semana aguarda un plan B que pasaría por aligerar al máximo la masa laboral. Solo así se explican la actitud de la empresa, que ha expresado en varias ocasiones su intención de reabrir “lo antes posible” y al final se ha sacado de la manga una carta que básicamente pone -o quiere poner- en evidencia que la estructura actual no es sostenible. Ese objetivo también estaría en el trasfondo de la decisión, de la noche a la mañana, de la multinacional de para la actividad de la acería sin informar de la situación crítica a los trabajadores y sin advertir previamente a las instituciones.
Arcelor Mittal asegura que tener abierta la ACB no es “rentable” en el actual contexto de bajos precios y competencia feroz de los productos chinos y plantea la reapertura parcial como solución temporal a la espera de que confluyan varias cuestiones: la subida de los precios en el mercado, un movimiento de Europa para frenar la llegada del acero chino y una reducción de costes fijos -incluidos, sin citarlos expresamente, los salariales-, entre otras.
Aunque la agenda de la reunión de hoy está más centrada en Zumarraga, la situación de la ACB estará sobre la mesa y Euskadi confía en tener datos más concretos sobre los planes de futuro para Sestao.
En ese caso, el consejo de gobierno de mañana martes serviría para que Arantxa Tapia traslade al lehendakari y al resto de consejeros la situación y, en su caso, para que se busquen fórmulas de acompañamiento para una planta que se estima viable. Siendo la ACB una de las plantas más sostenibles desde el punto de vista medioambiental del grupo, se ha quedado fuera del mapa de inversiones de la multinacional, que prevé invertir 275 millones este año y el próximo en las acerías asturianas, Aviles y Gijón. Si la reapertura depende de las ayudas públicas, el Gobierno allí estará.
reuniones con el comité En el calendario hay otra cita marcada para el miércoles, cuando la consejera de Desarrollo Económico volverá a reunirse con el comité de empresa de Sestao. Y la jornada más intensa será la del jueves, cuando Tapia se reunirá con la dirección de la ACB para definir vías de ayuda y colaboración. Ese mismo día también se sentarán el comité de empresa y los máximos responsables de la planta de Sestao para testar en principio el recorrido del plan de reapertura los fines de semana, que a día de hoy cuenta con el rechazo frontal de todos los sindicatos.
De este modo, lo más problable es que el viernes el comité traslade a los trabajadores las sensaciones recogidas durante toda la semana.
Serán por tanto cinco días de gran actividad que, no obstante, podrían no aclarar absolutamente nada si la multinacional no concreta de alguna forma sus intenciones.
El plan para reabrir los fines de semanas, la única vía para recuperar la actividad en estos momentos, es una versión “empeorada” de una propuesta que realizó hace unos meses Comisiones Obreras, el sindicato que preside el comité. En todo caso, desde CCOO se afirma que las filosofías de ambos planes son totalmente opuestas, ya que su planteamiento pasaba por agrupar las horas de trabajo en meses de cara a que los trabajadores cobren un salario lo más parecido posible al de antes del cierre. Además, proponían un mayor volumen de producción, 60.000 toneladas mes frente a las 12.000 que se ha marcado como objetivo la empresa.
El anterior plan de CCOO fue rechazado por la dirección del grupo en Luxemburgo y la dirección de la ACB ha reconocido que el nuevo no cuenta todavía con el visto bueno de la multinacional. Además, en todo caso, los trabajadores tendrían que aceptar y asumir trabajar solo dos días a la semana y no parece que esa sea su intención. Si esta propuesta descarrila, la dirección se ha comprometido a buscar fórmulas para la reapertura de la ACB, pero lo cierto es que no parece viable a medio plazo reabrir de forma continuada. La compañía sólo encuentra margen para parches demasiado temporales.
Lunes 9. Una delegación vasca, encabezada por la consejera Arantxa Tapia, se reunirá hoy en Madrid con altos ejecutivos de Arcelor Mittal. El cierre definitivo de Zumarraga está en el origen de la convocatoria, pero la presentación del plan para reabrir parcialmente la ACB tendrá gran protagonismo.
Martes 10. El consejo de Gobierno de la CAV valorará la información que le proporcionará la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad.
Miércoles 11. El comité de empresa de la ACB se reúne con Arantxa Tapia para analizar los últimos acontecimentos y la propuesta para reabrir sólo en fin de semana.
Jueves 12. La consejera Tapia y la dirección de la ACB celebrarán un encuentro, mientras que los representantes de los trabajadores lo harán también con la dirección de la planta. En principio, está previsto que la empresa presente un plan social para minimizar los efectos del recorte salarial que supondría trabajar sólo los fines de semana.
Viernes 13. No hay en principio ninguna cita en la agenda de ese día, pero se prevé que el comité traslade de forma más o menos informal todo lo acontecido durante la semana.