GASTEIZ - El número dos del Departamento de Empleo del Gobierno Vasco, José Andrés Blasco, ha enviado una carta a los trabajadores de Lanbide pidiendo disculpas por su “equivocada” expresión en una conferencia sobre intermediación laboral la semana pasada. El viceconsejero, que dijo que a sus hijos “ni se les pasa por la cabeza” acudir a Lanbide a buscar trabajo, aclara que su intención no era menospreciar al organismo y agradece “el empeño” de la plantilla para mejorar el servicio. Los sindicatos de Lanbide han desenterrado el hacha de guerra y han convocado concentraciones hoy en todas las oficinas para pedir la dimisión de Blasco.
Las polémicas declaraciones realizadas por el viceconsejero de Empleo la semana pasada generaron una oleada de críticas por parte de partidos de oposición y sindicatos, y tampoco gustaron al máximo responsable del departamento, Ángel Toña. Y es que, más allá de la trifulca política, las palabras de Blasco vienen a arrojar leña a un fuego que el Gobierno Vasco tenía más o menos controlado después del acuerdo cerrado con los sindicatos CCOO, UGT y LAB en octubre del pasado año para reestructurar la plantilla de Lanbide.
Aquel pacto, del que solo se descolgó ELA, puso fin a un largo conflicto laboral y ha dado lugar a un periodo de paz social en el organismo que ha permitido a la dirección poner en marcha buena parte de los cambios previstos en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) acordada con las centrales. El objetivo principal es resolver de forma más eficiente la tramitación de ayudas, en especial la RGI, para poder volcar recursos en la intermediación laboral. En estos meses ha habido avances en ese sentido, defienden fuentes del departamento de Empleo, que no creen que el enfrentamiento abierto con los sindicatos a raíz de las palabras de Blasco vaya a poner en riesgo los acuerdos alcanzados en octubre ni las futuras negociaciones. La semana pasada las cuatro centrales decidieron faltar a la reunión ordinaria prevista con la dirección de Lanbide para mostrar su malestar con las declaraciones y hoy han convocado concentraciones a las puertas de las oficinas para pedir la dimisión de Blasco.
De momento se trata de una protesta de perfil bajo, aunque desde el departamento se ha optado por atajar la polémica generada y por dar explicaciones a la plantilla. En una carta enviada a todos los trabajadores del Servicio Vasco de Empleo, Blasco hace referencia a su expresión “sin duda desafortunada y equivocada”, que reconoce es “impropia de la responsabilidad de mi cargo”.
En concreto, el número dos de Empleo aseguró que a sus hijos “ni se les pasa por la cabeza” acudir a Lanbide cuando buscan empleo porque “poco se encuentra ahí”, y recordó que hay otras herramientas en Internet que son mucho más utilizadas por los jóvenes en paro.
“Si solo se hace referencia a aquella frase, obviando el resto, es cierto que la expresión es inapropiada, por lo que debo pedir disculpas”, expone Blasco en su misiva a la plantilla. “Sacando mi expresión del contexto en que se produjo, en diversos ámbitos se me acusó de denigrar al servicio público y a sus trabajadores, así como a los ciudadanos que reciben sus servicios, y se me achacó un afán privatizador del servicio público de empleo”, continúa. “Nada más lejos de mi intención. Al contrario, soy plenamente consciente del esfuerzo realizado por los trabajadores de Lanbide, así como por el propio ente, en aras de una buena prestación del servicio público”, asegura el viceconsejero. Al final de la carta, muestra su “agradecimiento” a los trabajadores por su “empeño” en prestar un buen servicio a los ciudadanos y reconoce que estos trabajan en un escenario “difícil y complicado”.
petición de dimisión Además de los sindicatos, han pedido la dimisión de Blasco EH Bildu y PSE, incluso la coalición independentista ha presentado una iniciativa en el Parlamento Vasco para forzar su salida del Ejecutivo. El resto de partidos de oposición también han reprochado sus palabras y han pedido al lehendakari, Iñigo Urkullu, que dé explicaciones sobre el servicio que presta Lanbide.
El Ejecutivo ha optado por mantener a Blasco en el cargo, aunque se reconocen sus declaraciones como un error. El viceconsejero ha explicado que pretendía poner de relieve la escasa capacidad de Lanbide para encontrar trabajo a los parados. Una cuestión que preocupa a los responsables de Empleo desde el inicio de la legislatura y a la que tanto Juan María Aburto como Ángel Toña han tratado de poner remedio. Aunque presenta tasas de intermediación mejores que las de muchos otros territorios del Estado, los resultados de Lanbide están lejos de los que logran las ETT o los portales especializados.