BILBAO - Los jubilados que se incorporen en los próximos años al sistema percibirán al término de su vida cerca de un 35% menos de cuantía económica por las pensiones que si no se hubiesen producido las últimas reformas salvo que se produzca un cambio en el modelo, señaló ayer el catedrático de Hacienda Pública de la UPV-EHU, Ignacio Zubiri, para el que la solución para evitar dicha situación pasa por trabajar sobre los ingresos del sistema en el transcurso de unas jornadas sobre la Situación y el futuro de las pensiones públicas, que se iniciaron ayer y se clausurarán hoy en el Hotel Carlton de Bilbao por parte del secretario general de UGT de Euskadi y presidente de la Fundación Juan de los Toyos, Raúl Arza.
Zubiri, al igual que la mayoría de los ponentes, se mostró muy crítico con las últimas reformas del sistema de pensiones públicas en España que solo buscan “no gastar más” y responden, además, a un planteamiento ideológico concreto. El catedrático vasco reconoció que es preciso reformar el actual modelo de pensiones, “un debate que se tenía que haber hecho antes”, porque “con el modelo actual no se puede gastar más”, pues lo que se pretende es que en 2050, “con 15 millones de pensionistas se quiere que el gasto en pensiones en relación al PIB sea igual que ahora con 9 millones”.
Si no cambia el sistema, afirmó Ignacio Zubiri, “todo el incremento del coste del envejecimiento de la población se va a cargar sobre las pensiones y sobre los trabajadores. Y esto es inaceptable”.
Zubiri señaló que el problema además no se arregla simplemente creando empleo en los parámetros actuales, es más, según señaló el investigador del Instituto Max Plan y asesor de la Comisión Europea, Fidel Ferreras, “harían falta 2,4 millones de trabajadores más con las cotizaciones medias actuales simplemente para situar el sistema en el equilibrio de 2011, algo que no tiene nada que ver con la evolución futura pues el factor trabajo cada vez importa menos en la Seguridad Social”.
En esta misma línea, Ignacio Zubiri insistió que para que el modelo actual de reparto, tal y como está configurado, sea viable se necesitan “al menos dos trabajadores por pensionista y ello supondría que en el horizonte de 2050 existiesen 32 millones de empleos, y ello en un país con una población estimada de 45 millones es imposible”.
La solución, según Zubiri, pasa por pagar más impuestos porque hay margen para subirlos en España que tiene uno de los ingresos fiscales en relación al PIB más bajos de la UE.
Por su parte, el exministro español de Trabajo, Valeriano Gómez, abogó por reflexionar sobre la búsqueda de financiación para el sistema de pensiones y se mostró partidario de que “los impuestos entren a formar parte”. Como todos los ponentes reconoció que existe un problema de déficit del sistema de pensiones en un contexto de menor natalidad y envejecimiento de la población, pero señaló que tiene solución y esta no vendrá sólo “de la evolución del empleo y del manejo de los tipos de cotización”.
En este escenario, Valeriano Gómez se mostró partidario de un modelo de financiación de las pensiones con participación de los impuestos y también abogó por reformar el sistema de actualización de las pensiones por ir en contra del “mantenimiento de un nivel de actualización periódico del sistema” para evitar un empobrecimiento de los pensionistas en el futuro.