áMSTERDAM - Los socios de la Unión Europea debaten cómo afinar las normas de disciplina fiscal comunitaria que exigen mantener el déficit por debajo del 3% de PIB y que España cree “mejorables” en cuestiones como la metodología empleada para hacer cálculos. “Creo que hay un fuerte acuerdo respecto a que el marco fiscal tiene carencias”, afirmó ayer el ministro holandés de Finanzas, Jeroen Dijsselbloem, tras la reunión que mantuvo con el resto de sus colegas comunitarios en la segunda jornada del Ecofin informal.
“La percepción es que las reglas se han vuelto muy complicadas”, concedió el vicepresidente de la Comisión para el Euro Social, Valdis Dombrovskis, quien reconoció que esto preocupa a los gobiernos, debido a lo difícil que es explicar a sus electorados la necesidad de tomar medidas de disciplina fiscal. Aunque no habrá “soluciones muy fáciles o alternativas”, según Dombrovskis, éste se comprometió a analizar cómo simplificar cuestiones de carácter muy técnico pero que tienen un importante impacto a la hora de calcular la evolución económica de los países y, por tanto, exigirles medidas y ajustes.
Una de las ideas es reducir el número de indicadores que se utilizan en estos cálculos y mantener los imprescindibles, punto en el que la Comisión quiere realzar aquellos parámetros “que realmente están en manos de los ministros de Finanzas, es decir, el gasto primario y nuevas medidas de ingresos”, según Dombrovskis.
“Esto no quiere decir que vayamos a dejar de lado nuestros objetivos de déficit, sino que más bien dejarán claro qué se espera que hagan los gobiernos para lograr estas metas”, avisó. Los ministros de los 28 mostraron un amplio consenso a que se explore esta vía en una discusión sobre unas reglas que, en opinión del español, Luis de Guindos, “son mejorables”.
refinar el cálculo “Hay un consenso en refinar de alguna forma el instrumental que tenemos, hay que tener en cuenta la visión amplia de lo que ha hecho un país”, aseguró el ministro. “España ha hecho un esfuerzo para reducir el déficit del 9,4% al 5% cuando el crecimiento en estos 4 años ha sido solo ligeramente positivo. La deuda pública se ha estabilizado. No sé qué va a hacer Bruselas con la multa, pero debe tener en cuenta los esfuerzos de España”, dijo.
Si un socio incumple este tope, la Comisión le marca una senda de reducción de su desvío con objetivos anuales y puede pedirle que adopte medidas específicas, como controlar el gasto regional, tal y como recomendó recientemente a España. El Estado ha cerrado 2015 con un déficit del 5%, 8 décimas por encima del 4,2% que se le exigía, y tampoco espera cumplir con la meta del 2,8% marcada para este año, sino que las nuevas cifras del Gobierno del PP retrasan hasta 2017 la posibilidad de llegar a un 2,9%.
Bruselas debe decidir si multa a España (sería el primer socio en recibir una penalización por el déficit), si le pide que ejecute medidas de ahorro o si le da una nueva prórroga. Ante este escenario, Dijsselbloem dejó claro que “cualquier cambio que se introduzca en las normas de disciplina fiscal europeas tendrá antes que madurar”, por lo que se necesitará tiempo, cuando “la decisión sobre el incumplimiento de España se espera ya en las próximas semanas”. - Efe