FRÁNCFORT - Los avances en el proceso de consolidación de la economía española se han interrumpido y parte de los ajustes estructurales implementados en los años anteriores se revertieron en 2015, según señala el Banco Central Europeo (BCE), que considera “fundamentales” realizar esfuerzos adicionales en la reducción del déficit y “fuertes reformas” para reequilibrar la economía.

“Los necesarios progresos en la consolidación fiscal han sido interrumpidos y revertido parte del ajuste estructural implementado en los primeros años”, afirma el BCE en un comunicado difundido ayer, tras la misión de supervisión postprograma que concluyeron la semana pasada en Madrid el banco central y la Comisión Europea.

La institución presidida por Mario Draghi considera que España tiene por delante “significativos desafíos” ante los que recomienda realizar “esfuerzos adicionales de consolidación” que garanticen una duradera reducción del déficit público, así como “fuertes reformas” dirigidas al reequilibrio de la economía.

ocasión desaprovechada En este sentido, el BCE señala que España no ha aprovechado el entorno favorable de crecimiento y bajos tipos de interés para acelerar la reducción del déficit, que cerró 2015 en el 5% del PIB, frente a un objetivo del 4,2%. Por otro lado, el informe advierte de que, a pesar de la fuerte reducción del desempleo, la tasa de paro sigue entre las más elevadas de la UE, mientras que persiste una significativa dualidad en el mercado laboral entre trabajadores indefinidos y temporales.

En cuanto al sector financiero, el BCE destaca la estabilización del sector financiero gracias en parte a los bajos costes de financiación y la fortaleza de la recuperación económica, pero advierte de que alcanzar una rentabilidad sostenida a medio plazo es el mayor reto para el sector. “La implementación de los planes de reestructuración de los bancos españoles que han recibido ayudas públicas está casi completa”, apunta la institución, que advierte de la necesidad de que el Estado concluya la reestructuración y privatización de las dos entidades de las que aún es propietario, Bankia y BMN. - E.P.