washington - El Gobierno español en funciones ha tenido que rendirse ante la evidencia y reducir las previsiones de crecimiento a corto plazo, en línea con las advertencias lanzadas por la mayoría de expertos y organismos internacionales ante las incertidumbres a nivel mundial. El ministro Luis De Guindos informó ayer desde Washington de que el Ejecutivo ha recortado sus previsiones de aumento del PIB para este año del 3% al 2,7%, mientras que en 2017 cae la estimación del 2,9% al 2,4%. Se confirma así que el PP realizó los Presupuestos de este año sobre un escenario irreal y que el próximo Gobierno tendrá que realizar importantes ajustes.

La desaceleración económica global ha pasado factura a la marcha de la economía española y así quedará reflejado en el nuevo cuadro macroeconómico, según explicó ayer De Guindos en el marco de las reuniones del G-20, del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial. El organismo que dirige Christine Lagarde ha rebajado esta semana, por primera vez desde 2013, sus expectativas sobre la economía española, lo que ha terminado por forzar al Gobierno de Mariano Rajoy a reconocer que el futuro económico no será tan bueno como había anunciado.

Las previsiones del Gobierno español en funciones se encuentran ahora en línea con las del FMI, que calcula un avance del PIB del 2,6% para 2016, una décima menos que el nuevo dato del Ejecutivo, y del 2,3% para 2017, también una décima menos. El escenario que dibujó ayer De Guindos coincide de hecho con el de la mayor parte de expertos españoles.

El ministro de Economía en funciones, que tuvo que dar explicaciones ayer también sobre la dimisión de José Manuel Soria al frente del Ministerio de Industria, cartera que pasará a estar ahora bajo su control, aseguró en Washington que estas nuevas proyecciones responden a “la desaceleración global” y destacó que se trata de previsiones “realistas” en comparación con las cifras del 3% que se presentaron en el último cuadro.

Lo cierto es que el horizonte económico deja de apreciarse tan despejado en el Estado español, que en todo caso puede seguir presumiendo de presentar las mayores tasas de crecimiento entre las principales potencias europeas. Surgen cada vez más nubes en un contexto mundial muy complicado con grandes sectores productivos como el oil&gas o el acero casi paralizados.

El FMI ha reducido las previsiones de crecimiento global para este año en dos décimas, hasta el 3,2%, sobre todo por el frenazo de China, que por primera vez está creciendo por debajo del 7%, y los resultados inferiores de lo esperado en economías como Estados Unidos o Japón.

No deja de ser significativo que la economía española se aleje de esa cota del 3% de crecimiento, que tampoco ha dado margen para grandes alegrías. El volumen de desempleo se ha aligerado un poco en los últimos trimestres, pero a costa de transformar puestos de trabajo fijos por contratos a tiempo parcial sobre todo en ramas estacionales vinculadas a la industria turística.

A pesar del jarro de agua fría, De Guindos trató de presentar como un éxito ante el resto de mandatarios las nuevas cifras. “España ha hecho los deberes, muchas reformas, ha ganado muchísima competitividad”, dijo en declaraciones recogidas por Efe.

El titular de Economía en funciones insistió en que, de los grandes países avanzados, “España es el que más crece”, y agregó que “en estos dos ejercicios se pueden crear cerca de 900.000 puestos de trabajo”. El FMI, en cambio, apenas realiza ajustes a mejor en los números referentes al mercado de trabajo en su última revisión. La tasa de paro seguirá en el entorno del 20% este año, según el FMI, para continuar a finales del año que viene por encima del 18%. Solo Grecia rebasa esas tasas en Europa.

más recortes El Gobierno de Mariano Rajoy tiene que presentar a Bruselas este mes un programa de estabilidad en el que se establezca una senda de reducción de déficit, que ha terminado en 2015 en el 5% cuando el objetivo era del 4,2%. De momento el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha anunciado un recorte de 2.000 millones para reducir el déficit aunque parece evidente que será insuficiente y que tendrá que ser el próximo Gobierno, ya surja de la actual configuración parlamentaria o de unos próximos comicios, el que acarree con nuevos recortes.

De Guindos aprovechó la cumbre de ayer para negociar un plazo más amplio para situar el déficit en la meta del 2,8%, fijada en principio para 2016, aunque no confirmó que haya logrado su objetivo.

2016. El ministro de Economía en funciones, Luis De Guindos, informó ayer de que el Gobierno español calcula un crecimiento del PIB este año del 2,7%, tres décimas menos que lo estimado anteriormente.

2017. La rebaja es significativa, ya que se pasa de un crecimiento previsto del 2,9% a un avance del 2,4%, que sí implica una brecha ya importante respecto al listón del 3%.

Empleo. De Guindos sacó pecho ante el resto de mandatarios sobre las reformas realizadas en España estos años y aseguró que se generarán en 2016 y 2017 hasta 900.000 puestos de trabajo. La encuesta del INE (EPA) del primer trimestre de 2016 se conocerá a finales de mes.

3,2%

El FMI ha reducido esta semana las previsiones de crecimiento a nivel mundial al 3,2%, dos décimas menos que lo anunciado en enero. Para 2017 también ajusta a la baja la cifra, que queda en el 3,5%. La ralentización de China, que crece ya menos del 7%, y los resultados peores de lo esperado de EE.UU. y Japón, junto a los escasos avances de las principales potencias europeas, explican este enfriamiento. Para España el FMI calcula un crecimiento este año del 2,6% y para 2017 del 2,3%, una décima menos en ambos casos que el Gobierno.